En la extraña pareja, Jack Lemmon y Walter Matthau parecerían hermanos gemelos si los compararamos con la pareja que Cuatro nos anuncia para las tardes de otoño: nada menos que la siempre perfecta Ana García Siñeriz y el super ordinario con delirios de divinidad Boris Izaguirre.
A quién se le haya ocurrido tamaño disparate le pueden ocurrir dos cosas: que sea un sonado y más que previsible fracaso por la evidente falta de química y puntos en común que a priori se presuponen o que acaben casando tan bien como el bacalao y el chocolate, conjunción inicialmente poco atractiva pero que da lugar a un apetitoso plato de alta cocina (o eso dicen).
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Miedo me da la programación de la Cuatro. Izaguirre sólo puede prometer caspa y mal gusto.