Esta semana ha sido noticia una vez más el anuncio por parte de Telecinco de la producción de una TV Movie basada en hechos reales, trágicos y luctuosos. Una vez más, la cadena elige un acontecimiento noticiable por el horror para sacar partido del morbo inherente a la condición humana, en este caso los atentados del 11-M.
Sin embargo, hay algo distinto en este caso, algo que lo diferencia de la película basada en el accidente de Spanair y que ha sido tan criticada: en aquel caso no hay nada trascendente en el accidente más allá de ls vidas marcadas de las familias que sufrieron alguna pérdida, pero nada que afecte a la sociedad, a la historia, nada que vaya a pasar a los libros que estudiarán generaciones futuras. El caso de los atentados del 11-M es bien distinto, igualmente doloroso para las familias que se vieron afectadas, o incluso más, pero es algo que nos ha tocado a todos y que ha cambiado la historia de nuestro país.
Afirma Telecinco que el guión no se basará en los atentados y las víctimas, sino en el trasfondo político y social de todo lo que ocurrió desde los atentados hasta las elecciones generales que tuvieron lugar tres días después y creo que ahí aciertan, aunque consideraría igual de adecuado casi cualquier punto de vista desde el que narrar la historia.
Para los españoles, lo ocurrido en Madrid el 11-M es algo que nos cambió para siempre, a nosotros como personas y al país como entidad y eso justifica a cualquiera para hacer películas sobre el tema. Otra cuestión es que nosotros, como espectadores, tengamos ganas de rememorar algo así o que el tratamiento dado sea más o menos respetuoso con las víctimas pero, sin duda alguna, el punto de partida es muy distinto al de hechos como el accidente de Spanair y otros similares. O eso creo yo.
Personalmente no deja de ser morboso utilizar ambos hechos (Spanair y 11M).
Imagina que Telecinco quiere entrar en una renovación profunda de imagen de cadena, que gran falta les hace, y en el caso de Spanair, producto que ya está acabado ofrecen algo realmente respetuoso y en condiciones… sé que suena incrédulo y que me comeré mis palabras con patatas fritas, pero puede que al final la cosa sea distinta… no sé.