Ayer en el Tour de Francia se vivió una de esas etapas emocionantes, de las de quedarse pegado al sillón aplaudiendo y gritando. El protagonista, un Alberto Contador que está demostrando ser un gran ciclista y poder optar a todo lo que se proponga, un deportista del que sentirse orgulloso como compatriota, de los que arrastran afición al ciclismo y audiencias a las cadenas. Sin embargo, la vuelta a Francia, antes evento deportivo por excelencia, y otras vueltas de su calibre, hace tiempo que dejaron de ser hitos televisivos.
Han quedado atrás los seguimientos masivos de Perico Delgado o las machadas de Indurain y un deporte que era estrella y que contaba con al menos dos o tres citas anuales de interés y calidad, ha quedado relegado a un seguimiento rutinario por parte de la televisión pública y apenas unos minutos en los informativos.
Muchos son los que afirman que han sido los múltiples escándalos del dopaje los que han minado la popularidad del ciclismo como evento deportivo y su consiguiente retransmisión televisiva, pero no es menos cierto que el control es cada vez mayor y que en otros deportes de élite hay cuestiones extradeportivas que generan escándalos y que, lejos de reducir su popularidad, han abonado el espectáculo televisivo, generando mayor interés y curiosidad que el propio deporte en sí (ejemplos como la Fórmula 1 o el fútbol son claro ejemplo de ello).
¿Qué ha pasado entonces con el ciclismo? ¿Por qué ha perdido todo el glamour, el interés masivo de la audiencia? Es un misterio que no logro entender y que debería ser analizado por las televisiones, buscando la manera de recuperarlo, por el deporte en sí mismo, que bien merece la atención y por el propio mercado de la televisión, que no puede permitir que eventos de estas características, con todos los elementos necesarios para ser un gran éxito de convocatoria, queden reducidos a una rutinaria emisión en un canal residual.
ACTUALIZACION (23/07/2010): Ha sido publicar este post y que el tour haga unas audiencias fabulosas, por encima del 30% y más de cuatro millones de espectadores. Por una vez me alegro de haberme equivocado.
Mi opinión: es ABURRIDO
Estamos en la época de retransmisiones rápidas: 90 minutos de fútbol, 2 horas de carrera de F1, etc..
Pero el ciclismo te obliga a estar 4 horas cada día durante casi un mes para seguir toda la competición