Algo ocurre cuando llega esta época del año que me relajo y dejo de consumir series de forma compulsiva. Curiosamente, ahora que hay menos que ver y que tendría tiempo para disfrutar de lo que he ido dejando pendiente, me entra la pereza, en otros casos es peor que pereza, es la necesidad de encontrar tiempo libre y exclusivo para ver determinadas series que no pueden compaginarse con hacer otras cosas porque exigen toda mi atención: en este caso Dollhouse y Fringe.
La primera la he ido dejando por la propia pereza de la historia. Que además la hayan cancelado, hace que no me agobie pensando que vendrán nuevos episodios y se irán acumulando peligrosamente, así que va quedando siempre la última en la lista, como esa persona con la que tienes confianza y para la que nunca encuentras un hueco.
Con Fringe es todo lo contrario: me gusta tanto y ha ido mejorando tanto en los últimos meses, que quiero dedicarle toda mi atención y saber que no sonará el teléfono, que no tendré que interumpirla para hacer otras cosas y que, si me apetece, podré hacer minimaratones con varios episodios. Y claro, la pobre se va quedando, se va quedando, el tiempo apremia y no encuentro el momento de verla. Y apenas me quedan siete episodios.
Odio el verano televisivo, nada que ver en la programación regular y todo por hacer de los flecos de la temporada. ¿Y tú? ¿Tienes alguna serie pendiente?
buff!! pues de fringe te queda lo mejor!!!