La importancia de tener una serie de culto no puede despreciarse fácilmente y eso es lo que la cadena ABC habrá pensado cuando ha decidido que anunciarse en el último episodio de Perdidos costara 900,000 dólares, cuatro veces el precio habitual, o la cadena FOX cuando un par de días más tarde ha puesto el precio del anuncio en la despedida de 24 en los 650,000 dólares.

Perdidos nunca ha sido una serie de audiencias masivas, de hecho hace ya un par de temporadas que flaquea bastante y, si no fuera porque ya estaba anunciada su duración completa, es posible que sus seguidores hubiéramos sufrido de la incertidumbre de no saber qué destino le deparaban los datos. Afortunadamente, cadena y creadores llegaron a un acuerdo para rematarla en esta sexta temporada y todos respiramos tranquilos. Pero sus altibajos en audiencia no han hecho mella en la capacidad de generar expectación y su final lleva años siendo tema de conversación e intriga hasta el punto de que, probablemente, su desenlace congregue frente a la pantalla a muchas más personas de las que habitualmente la siguen. Y eso no se puede desaprovechar, ni por parte de las cadenas que la emiten ni, por supuesto, por parte de los anunciantes. Si tienes casi un millón de euritos, podrás hacerte un hueco en el desenlace de la historia de ficción sobre la que más se ha dicho en los últimos seis años.

24 no se queda atrás, aunque en este caso la ausencia de una historia enrevesada que resolver y la más que probable película que rematará del todo la historia, hacen del devenir de Jack Bauer un espacio bastante menos atractivo y de ahí la reducción del coste de su publicidad, que sin embargo no es barata.

Aquí en España 24 nunca ha despertado pasiones, de ahí que Antena 3 la paseara sin control por la parrilla y que FOX haya renunciado a ella para ubicarla en Fox Crime, lo que indica que su final no arrasará entre los anunciantes.

Con Perdidos pasará algo similar, La 2 la maltrató en sus inicios y Cuatro no encuentra donde ponerla que no de al traste con la media de audiencia de la cadena, pese a las evidentes buenas intenciones de quienes la compraron. Por su parte, FOX nunca se ha dado mucha prisa por emitirla y quizá esta vez, que la ofrece en apenas una semana, pueda rentabilizarla algo mejor, pero no parece que la publicidad que arrastre vaya a convertirse en motivo de fiesta.

Mientras en EE.UU. se preparan para que dos de sus series míticas de los últimos tiempos cierren para siempre, en España Los hombres de Paco también se despiden y es quizá aquí donde los anunciantes puedan estar más interesados en invertir, aunque las grandes ausencias del elenco y la oferta de nuevos productos que están funcionando mucho mejor, no presagian un buen desempeño comercial de su desenlace. Y es que, cobrar por la marca y no tanto por la audiencia, es algo reservado solo a unos pocos privilegiados.