Me encantaría ver el contrato que firman los concursantes de Gran Hermano, al menos la parte relativa a pagar una multa en caso de abandono voluntario y la que contempla la duración del concurso, cláusula que supongo dejarán muy abierta.
Y es que, después de los buenos resultados que inexplicablemente está obteniendo Gran Hermano: el reencuentro, un programa que inicialmente estaba previsto para un par de semanas, lleva ya más de un mes en emisión y no sabemos cuanto más se va a alargar, pero parece poco probable que Telecinco renuncie alegremente a un formato que les da la noche y cuyo sustituto será difícil de encontrar.
Según nos han dado a entender desde hace varias ediciones, los concursantes de Gran Hermano firman un contrato en el que se comprometen a permanecer en el concurso hasta que la audiencia les expulse (o el propio programa). De abandonar antes de tiempo, tiene que pagar un suculenta multa que rápidamente recaudarán en otros programas, pero que significa renunciar a ese dinero fresco que viene fácil en los primeros dias tras abanonar el programa, pero que no resulta tan sencillo conseguir cuando otros compañeros van saliendo detrás.
Esta claúsula genera dos comportamientos en los concursantes que no aguantan más y están locos por salir: la petición de nominación al resto de habitantes de la casa, confiando en que el público se apiade de ellos y les permita marcharse, o bien la exageración de algunas actitudes agresivas para provocar la expulsión de la casa, especialmente ahora que la dirección del programa no tolera casi nada.
No sé si las condiciones que han firmado los concursantes que ahora están de ‘reentré’ en el programa son las mismas que los de ediciones regulares, pero parece lógico pensar que, si firmas un contrato para entrar en la casa unas pocas semanas, estés hasta el gorro cuando ese tiempo se ha doblado y pinta que seguirá extendiéndose. Probablemente no figure duración de la experiencia en los papeles que firman, pero estoy convencida de que algo debería poner o nos encontramos ante una especie de secuestro televisivo, una experiencia en la que te encierran en una casa por un tiempo determinado y estás condenado a quedarte de forma indefinida hasta que tus «captores» decidan o hasta que pagues «el rescate» por tu libertad.
Supongo que la cosa no será tan grave como parece, pero siento mucha curiosidad por ver cómo se plantea esto en un papel y qué es lo que están firmando estos chicos a cambio de un puñado de euros.
Hombre, sin entrar en filigranas legalistas, lo primero que a mí se me ocurre es que hay una diferencia fundamental entre el concepto ‘ortodoxo’ de secuestro y ésto que planteas, y es que en el caso de GH la ‘retención’ ni es impuesta por la fuerza ni es involuntaria. La puerta está abierta para cualquiera que desee abandonar la casa por las razones que sean y desistir de esta forma del cumplimiento del contrato firmado.