Esta entrada debería llamarse «Como cargarse una presentadora y dos programas de una sola tacada», pero era mucho más corto lo de la carambola, aunque hubiera que explicarlo.
También podría empezarlo contando que «Érase una vez una presentadora de televisión rubia y con un poquito de mal genio que logró la fama televisiva con un concurso tontorrón y divertido…»
Evidentemente me refiero a Luján Argüelles y el concurso Password, que nos animaban las tardes sin mayores pretensiones, hasta que alguien decidió que ella valía para proyectos más grandes y que la cadena necesitaba un magazin-no magazin para competir en condiciones con una audiencia que solo parece interesarse por Cuatro cuando emiten Fama (en la franja de sobremesa, se entiende).
Y fue el principio del fin. El programa batió el record de duración mínima en antena y la presentadora se quedó compuesta y sin programa y aquel otro concurso que le había dado vida y popularidad acabó cayendo en desgracia, pese a estar presentado por otra adorable antipática de la tele, que sin embargo parece haber encontrado ya un hueco en un nuevo CQC femenino que prepara Cuatro.
Y no será que a la otra le han dado CQC para que Luján vuelva a Password? Vamos, digo yo…