Una de las series nuevas que sigo este año, al menos los dos episodios que lleva emitidos, es Dexter, la historia de un criminólogo de la policía de Miami que lleva una oscura segunda vida en la que se dedica a canalizar sus instintos asesinos de la mejor manera que se le ocurre, que no es otra que la de matar a los malos chicos que encuentra en su camino y que, por una u otra razón, logran escapar de la justicia tradicional.
Pese a que no lleva al principio el clásico aviso de «Viewer Discretion Advised» (que por cierto si se ha incluido en la tercera temporada de House), la serie es bastante dura, sobre todo por la naturalidad con la que su protagonista se enfrenta a sus ajusticiamientos, tanto en lo moral como en lo práctico. Dado que es un policia de Miami, me encantaría verle enfrentado al supermoralista de Horatio, quién el pasado lunes tuvo que ver como se le escapaba un auténtico desgraciado sólo porque el juez encargado de evaluar las pruebas se la tenía jurada desde hace tiempo.
Pero lo mejor de Dexter hasta el momento es la cabecera del segundo episodio, un excelente trabajo de macrofotografía donde se mezcla el preciosismo con la provocación, donde uno ve cortar alegremente jamón para el desayuno mientras no puede evitar pensar ue ese trozo de carne es una mejilla humana, una cabecera muy trabajada y muy recomendable aunque luego no vayas a ver el episodio (si puedes resistirte, claro).
Hola,
Lo siento, pero el primer capítulo me dió un mal rollo. Que aun tengo pesadillas.
Seguir la vida de un psicopata y te interese. Gave me the creeps!!!
Pero sobretodo me angustió mucho los comentarios del tipo.
Ejem, creo que voy a pasar. Demasiada «realidad» y muy poca grácia.
Eso si, un diez al actor (no recuerdo su nombre, pero ya me gustaba en «six feet under») y sus cambios de registro ante las diferentes situaciones (su hermana, su jefa, su novia…)
Salud!