Una diputada del Congreso norteamericano parece haber comenzado una batalla contra los siempre molestos anuncios de televisión, no por su capacidad de interrumpir en el mejor momento de una serie, sino por el éxito que tienen interrumpiendo las siestas con su excesivo volúmen.
Bromas aparte, parece que esta vez el siempre criticado cambio de volumen en las piezas publicitarias ha llegado al congreso, toda vez que la FCC, organismo encargado de todo lo relacionado con las televisiones y la comunicación en general, no ha sido capaz de poner coto a estos excesos, alegando que no se puede controlar el que llaman «aparente» volumen excesivo de los anuncios.
La verdad es que, si partimos de un organismo que ya de entrada pone en duda que la publicidad está más alta que el resto de los programas, mal vamos, aunque en realidad es todo tan sencillo como medir el sonido de unos y otros y presentarlo como prueba, castigando duramente a quienes incumplan la obligación de que todo esté en el mismo rango.
En España esto aún no ha llegado al Congreso, pero sí existe una regla que obliga a las cadenas a mantener controlados estos volúmenes y ya véis el caso que le hacen. El próximo avance tecnológico en televisores bien podría ser la capacidad de establecer un rango de audio en la emisión y que todo lo que esté por encima o por debajo de ese rango modifique su audio de forma automática, para que los pobres espectadores no tengamos que sufrir determinados sobresaltos. ¿Se animará alguien?
ACTUALIZACION (22/12/2009): Pues por ahora han aprobado la propuesta en su primer paso.
Si no me confundo creo que ya hace tiempo que es posible técnicamente que los televisores detecten y eliminen la publicidad, pero claro, es algo que no interesa ya que los espectadores no somos los clientes de las televisiones sino el producto que estas venden a sus anunciantes, pero ya puestos que nos financien ellos el televisor…