La tecnología televisiva avanza a pasos tan rápidos que, cuando aún no se ha extendido la alta definición en todos los paises, cadenas y programas, para muchos esta tecnología ya es historia y hay que ponerse a trabajar duramente en el nuevo reto, en este caso el 3D.
Lo hemos visto puntualmente en películas para el cine y últimamente de forma más frecuente, ya lo tenemos también en YouTube, lo que sin duda redundará en una mayor cantidad de gente haciendo sus pinitos con la tecnología y ahora Sky anuncia que en 2010 lanzará en el Reino Unido un canal en 3D con retransmisiones deportivas, películas y programas de entretenimiento.
El lado negativo de este asunto, el de siempre, la tecnología 3D exige unos televisores especiales que aun no existen en el mercado y será necesario llevar las clásicas gafas polarizadas para poder disfrutar de la emisión en todo su esplendor. Para cuando hayamos logrado renovar el parque televisivo con aparatos capaces de recibir TDT de alta definición, ya nos habremos quedado obsoletos porque estos televisores no reciben imágenes en 3D. Una maravillosa faena.
La verdad es que la tecnología 3D es una de esas cosas que han existido en el audiovisual desde hace décadas, pero nunca parecía ser algo significativo ni un elemento realmente demandado por el público o que los productores de contenidos o fabricantes de aparatos estuvieran interesados en desarrollar. Sin embargo, en apenas un par de años, ha pasado de ser aquello que podría conformar el futuro de la televisión a una auténtica realidad que marcha a toda vela. Sin duda sorprendente.
Dudo que el futuro de la televisión en 3D tenga éxito en un horizonte tan cercano como 2010. En el mundo del cine han sido necesarios varios años hasta que ha gozado de una mínima aceptación entre el publico y, aún así, el número de películas que se ofertan en este formato, aún es muy reducido. Por ello, creo que en el caso de la televisión la evolución será muy similar, y más, teniendo en cuenta que la TDT de alta definición aún no goza de gran conocimiento.