Hace un par de días un periódico (no recuerdo cual era) publicaba una columna de opinión televisiva en la que hablaba del cambio de rumbo de Telecinco para buscar un nuevo target, cambio de rumbo que incluía dejar a un lado su personalidad habitual, esa follonera y descastada que todo el mundo reconoce y que, sin duda, ha sido la más clara de todas las personalidades televisivas de la televisión española desde que desaparecieran las mama chicho y sus volantes.
Ya en el momento en que leí la columna mi desacuerdo con la idea de que Telecinco estuviera en proceso real de cambio de personalidad era absoluto, no hay más que ver como gran parte del peso de la cadena se asienta últimamente en las distintas ediciones de Sálvame, el único programa nuevo con el que han logrado un éxito de audiencia lo suficientemente decente como para no fulminarlo en su primera semana de emisión.
Por si esto no fuera suficiente, se estrena Factor ADN, una reedición de aquella cosa que presentaba Emma García donde la gente iba a hacerse las pruebas genéticas con el fin de descubrir oscuras infidelidades o blancas mentiras y cuyo interés giraba en torno a los trapos sucios familiares de quienes acudían al programa, en un estilo Diario de Patricia que, sin duda, le pega mucho más a Telecinco que a Antena 3.
Y hablando de Emma García, si no recuerdo mal, en estos días también está previsto el regreso de El juego de tu vida, otro ejemplo de trapos sucios familiares convertidos en éxito de audiencia a base de explotar el morbo sobre los más turbios asuntos que el ser humano pueda esconder.
Con estos mimbres ¿aún se puede sostener que Telecinco busca un cambio de target a través de una nueva personalidad? Yo no lo veo por ninguna parte, es más, creo que la vuelta a sus raices más oscuras es lo que está logrando que levanten cabeza después de un período muy flojo y les costará renunciar a ello.
Al menos siguen emitiendo buenas series estadounidenses, es lo mejor que les queda porque los informativos se han convertido en una caricatura de lo que eran.