Los actores de doblaje son figuras realmente importantes en el mundo audiovisual, en España sobre todo. La cantidad de horas de televisión internacional que nos llegan y consiguen triunfar gracias a la facilidad de visionado que ofrece el producto doblado sería impensable, hoy por hoy, si esos mismos productos sólo estuvieran disponibles en versión original subtitulada. Pese a todo, el imparable avance del consumo de series online en VOSE estoy segura de que abrirá, para las nuevas generaciones, una nueva forma de traspasar las fronteras tan sencilla como la doblada.
Para los paises donde el producto audiovisual extranjero se ofrece doblado a la lengua local, que de pronto un actor de doblaje deje de prestar su voz a un determinado actor y especialmente si es en una serie que ya ha estado doblando, es un difícil escollo a superar. Para actores poco conocidos o series nuevas puede no ser un problema, pero imaginemos que Hugh Laurie fuera de pronto sustituido por otro actor de doblaje o el inconfundible Grissom en CSI. En ocasiones estos cambios son inevitables, bien por acuerdos económicos que no logran concretarse o por cuestiones tan incontrolables como el fallecimiento del actor que dobla a un determinado personaje, como el caso de Catherine Willows en CSI. ¿Alguien se acuerda de cómo era su voz antes del triste fallecimiento de Concha García Valero? Si lo pensamos seguro que si pero, semana a semana, su nueva voz ha logrado hacernos olvidar a Concha.
Pero ¿ocurre lo mismo en las series de animación? Traigo esta cuestión a cuenta de la amenaza que se cierne sobre el futuro sonoro de Futurama, tras el duro recorte presupuestario que ha sufrido la serie y que conlleva una importante rebaja en el sueldo de los actores, rebaja con la que no están satisfechos y por la que amenazan con no seguir. Porque claro, los actores de carne y hueso, hablando por su propia boca o por la de otros, tienen mucha de su fuerza en el cuerpo, en ese lenguaje no verbal que hace que seamos capaces de captar una atracción sexual sin poner el audio del televisor o sentir el miedo sin escuchar los gritos.
Pero claro, en la animación esto no ocurre, nos enfrentamos a coloridos personajes perfectamente planos, algunos diseñados con apenas unos sencillos garabatos, cuya fuerza reside en unos fantastásticos guiones y unos fabulosos actores de doblaje. Si los cambiamos, es como hacerle la cirujía estética al personaje, casi como aquellas soluciones cutres que hemos visto en algún culebrón mañanero (traducción libre de Daytime) donde los personajes importantes eran sustituidos por nuevos actores, de la noche a la mañana, sin tiempo para plantear algún giro de guión que lo justificara, como una cirugía necesaria para escapar de la policía, una reconstrucción facial tras un terrible accidente o un malvado intercambio de caras con el bueno de la peli para hacerla más intensa.
Es de suponer que los actores y la producción de Futurama llegarán a un acuerdo beneficioso para ambos, después de todo, perder las voces es un importante riesgo para la cadena, pero casi lo es más perder un trabajo fijo en un mundo tan competitivo como el audiovisual. Esperemos que así sea pero mientras, no está de más replantearse la importancia de estos trabajadores y las diferencias de matices entre y responsabilidades cuando se dobla a un actor real o a un muñecote dibujado.
ACTUALIZACION (01/08/2009): Pues parece que al final todo se ha solucionado y los personajes de Futurama conservaran sus voces originales.
Yo soy firme defensor de los programas traducidos, no me gusta ver las series en VOSE (si quiero leer, me compro un libro….)
Eso si, me gustaría tener nivel suficiente para ver las series en versión original, pero también me gustaría tener un Ferrari y no puedo…..