Y volvemos nuevamente a este tema recurrente de las series de ficción y las personas que se molestan porque no se parecen a la realidad, o al menos a la realidad que estas personas creen que existe. El caso que hoy es noticia es el de Nurse Jackie, la nueva serie de Showtime que en tan solo un episodio ya ha logrado ser renovada para una segunda temporada y ha conseguido que el colectivo de enfermeras de Nueva York haga una protesta pública, porque no todas las enfermeras son como Jackie y quieren que se muestre en la serie el verdadero trabajo de estas profesionales. Y yo me pregunto ¿habrán oido hablar de los documentales?
No por muy manido el tema deja de sorprenderme cada vez que vuelve a aparecer. No es ya este asunto de Nurse Jackie, un personaje cuyo único interés reside en que se salta las normas, todas las normas, desde las laborales a las familiares, pasando por el respeto a uno mismo y su salud. ¿Sería divertido o mínimamente entretenido ver la serie si se limitara a ser una enfermera trabajadora, cuidadosa, que después del trabajo llega a su casa y disfruta de su familia sin más? Pues no, evidentemente no, sin conflicto no hay serie, sin ficción estaríamos viendo un documental, si el talento del equipo así lo logra, será un documental bien hecho y enganchará tanto o más que una serie de televisión, pero será otro género completamente distinto y dirigido a otro grupo de población diferente, aunque algunos coincidan.
Aparte de no saber distinguir ficción televisiva de realidad, estos grupos tienden a creer que están en posesión de la verdad, de una verdad que no existe y que, aun si existiera, no sería blanca ni negra. Según escribo estas líneas me acuerdo de la bronca que le han montado a Globomedia por ese cambio de actitud amorosa del personaje de Sara en Los hombres de Paco, bronca que han reproducido en todos los blogs que hemos osado hablar del tema para algo distinto que criticar a la productora. Montones de personas, o muy pocas pero muy insistentes, se han puesto en pie de guerra porque en su realidad no existen mujeres que sean infieles, no existen mujeres que tengan dudas o se sientan solas y, sobre todo, no existen series de televisión, ni novelas, ni películas, sólo narraciones con lo que a estas personas les parece bien y 100% fieles a la realidad.
A los unos y a los otros solo podemos recordarles una cosa ¡¡¡es ficción!!!
No puedo más que darte la razón. Aunque también hay que distinguir porque en mi opinión son dos casos distintos, aunque ambos cometen el mismo error de no asumir lo que es la ficción. Por un lado están los colectivos con la susceptibilidad subida, y por el otro fans y seguidores con, como dirían en Muchachada Nui, «demasiada pasión por lo suyo», que acaban creyéndose con derechos para decidir lo que debe ocurrir o cómo deben comportarse los personajes de «su» ficción. Lo que no quita para que sea criticable (como todo), pero entre la crítica y la «exigencia» hay un trecho.