Una de las publicidades más frecuentes que uno puede encontrar en la red es la de casinos online y apuestas de todo tipo. Sin ser algo ilegal, la promoción de casas de apuestas y webs en las que jugarse el dinero que uno a veces no tiene, es vista como una publicidad de riesgo y son muchas las empresas que especifican en sus leyes internas que este tipo de anuncios no están permitidos en su web.

Personalmente soy de la opinión que, salvo cuestiones obviamente ilegales, todo puede publicitarse y el caso del juego no es distinto. Si existen casinos y estos no son un negocio ilegal, la publicidad de un casino online o una casa de apuestas no tiene porque verse con malos ojos, por mucho que haya personas que arruinen su vida con este tipo de prácticas descontroladas y víctimas de una adicción al juego que no pueden controlar.

La cuestión es que, loterias del estado aparte, pocas son las publicidades de juegos de azar que vemos en televisión y yo siempre he creido que esto se debía a una prohibición expresa de publicitar este tipo de prácticas que, no siendo ilegales, si tienen un tratamiento distinto de cara a la difusión y acceso del gran público, como puede ocurrir también con las bebidas alcohólicas.

Cual es mi sorpresa entonces cuando descubro, no sólo que no existe prohibición alguna de anunciar estos encuentros siempre y cuando las partidas y webs donde se jueguen sean legales, sino que últimamente se está poniendo de moda el poker en televisión. A modo de retransmisiones deportivas de alto nivel, hace tiempo que algunos canales de TDT emiten partidas de poker y nos ponen al día en reglas del juego, sistemas para despistar al contrincante y grandes estrellas del tapiz. Pese a su horario intempestivo, la audiencia no debe ser mala, pues cada vez son más frecuentes las noticias que hablan de estas retransmisiones y hasta empezamos a ver publicidad de los propios eventos, abiertos al gran público.

Una sola casa de juego online parece haber logrado una campaña de marketing televisivo tan fuerte como para convertirse en programa de televisión por su cuenta y plantarse en el salón de cada uno como algo completamente inofensivo y natural, logrando que sean las propias cadenas las que paguen por lo que en su momento era una publicidad de una casa de apuestas online. ¿O acaso estos programas son publicidad de la web de Pokerstars y es la casa de apuestas la que paga por incluirlos en la parrilla? De ser así, debería constar claramente como publicidad y, de no serlo, sería una jugada verdaeramente maestra.

Sea como sea, lo que no podemos negar es que nos encontramos ante una estrategia de promoción a través de la televisión que está funcionando estupendamente pero ¿debería ser controlado por la legislación al tratarse de un «deporte de riesgo»?