Ayer tuve tarde de médicos. Después de haber terminado la mayor parte de las series que sigo habitualmente, me está costando terminar las temporadas de 24, Damages y Dollhouse, yo creo que por miedo a dejar completamente vacío el disco. Por eso ayer opté por probar con algo nuevo y, pese a las críticas horribles que había leido, me senté a ver Mental y de paso probé con Nurse Jackie.

De la primera, recién estrenada en FOX cinco días después de su estreno en EE.UU., llevaba unas expectativas tan bajas que al menos puedo calificarla de entretenida. Sin embargo, hubo varias cosas que no me terminaron de convencer: de entrada, ese aire a producción europea baratilla que parecen tener algunos de los últimos productos americanos hechos en formato de coproducción, como The Listener. Los colores son menos brillantes, la escenografía está menos cuidada, la iluminación es distinta y el conjunto las hace parecer algo antiguas.

El hecho de que la temática sea otra más de médicos, aunque en este caso se trate de especialistas en psiquiatría, no ayuda gran cosa. Si a esto sumamos la pareja médico respondón con directora de hospital competente y seria y la incapacidad de los protagonistas de tomar decisiones si no es consensuándolas entre todos, la tentación de buscar parecidos con House es irrefrenable

Por otra parte, un piloto de una serie debería enganchar al espectador con tramas bien planteadas, con un montaje impecable y con una buena presentación de personajes. No es el caso. Aparte de dar unas pinceladas de personalidad a los actores protagonistas, todos ellos muy corales, los casos clínicos que se tratan y su presentación no ayudan al ritmo de la serie. Un sólo caso monopoliza la atención de los médicos, mientras otro de ellos se deja ver tímidamente sin explicarnos si es un ejemplo de lo que se trabaja en esa clínica o si se hará un seguimiento más adelante.

Para que no olvidemos que es una coproducción, tenemos distintos acentos entre los protagonistas y para tener tirón han buscado un par de caras conocidas que nos ayuden a identificar rápidamente algunos de los personajes, aunque personalmente no reconocía a Anabella Sciorra con todos esos kilos de más.

Los resultados de su estreno americano han sido bastante malos, con apenas un 2,1% de share (en la franja 18-49) y quedando en tercera posición de la noche, aunque esto no sea especialmente grave en la programación veraniega, especialmente si tenemos en cuenta que es una coproducción que rebaja sensiblemente los costes habituales del producto y que logró mejorar sustancialmente los datos del episodio repetido de House que se emitió a continuación. En resumidas cuentas, parece que en FOX no están demasiado preocupados con este pobre resultado.

No tengo claro si volveré a verla, desde luego si lo hago será porque no encuentre otra cosa mejor en estos aburridos días de verano y siempre y cuando me garanticen que la cortinilla de la cremallera es sólo un recurso para el primer par de episodios.