Los datos de audiencia de esta temporada de Perdidos no están siendo demasiado buenos, su enfrentamiento directo en la parrilla con American Idol está destrozando los ratings semanales, que descienden día a día a medida que los otros van aumentando. Sin embargo, lejos de suponer un fracaso, Perdidos está más vivo que nunca y se sitúa en el número 1 de las series más vistas online, demostrando que hay mucho negocio por explotar en estas nuevas formas de consumo.
Y cuando decimos que Perdidos está a la cabeza de las series consumidas online, no nos referimos a las redes P2P, sino a la emisión de la serie en streaming en la propia web de la cadena ABC, que registra en el mes de marzo un total de 1,4 usuarios únicos y 35,8 millones de episodios completos descargados. En estos datos hay algo que no cuadra, puesto que la sencilla división da un resultado de más de 25 episodios vistos por usuario único en un mes, algo que verdaderamente carece de sentido. Sin embargo, la tendencia es clara, las cadenas están contentas con el resultado, las cifras aumentan mes a mes y el modelo de explotación parece que funciona. Ahora solo queda explotarlo.
La emisión de episodios a través de la web de las cadenas es la respuesta clara de estas a los modelos de intercambio de archivos, que se han desarrollado fuertemente en internet por grupos de usuarios que no están dispuestos a que sus ratos de ocio los gobiernen desde las empresas televisivas ahora que existen otras posibilidades, pero que sin duda están dispuestos a darles su atención si estos ofrecen lo mismo con el mínimo esfuerzo. Si para ver un determinado episodio de una serie no tenemos más que conectarnos a la web de la cadena y pinchar en el enlace correspondiente para verlo de forma inmediata ¿cuanta gente va a perder el tiempo buscándolo en la red y esperando el buen rato que tarda en bajarse?
Evidentemente, para que esto funcione, las cadenas han de ser listas y no dejarse llevar por el modelo clásico de televisión que interrumpe al espectador a cada rato para mostrarle una publicidad que no le interesa, pero sí existen posibilidades para mostrar anuncios que los internautas están dispuestos a aceptar, como los anuncios en ‘preroll’ (antes de la serie) o alrededor de la navegación antes de completar los dos clicks que nos debería costar llegar al episodio en cuestión.
Por último, la explotación global de los programas tiene que estar al caer. Con la posibilidad de segmentar la publicidad en función de los paises de donde provengan los visitantes, ya no existe impedimento para explotar una serie desde la propia web de la cadena para todo el mundo y eliminar así las absurdas restricciones geográficas que nos conducen a muchos a buscar las cosas en otro lado.
El streaming es un hecho, está funcionando y cadenas y espectadores empiezan a encontrar su sitio y a beneficiarse de ello, el futuro ya está aquí y está lejos de ser apocalíptico.
Ahora sólo falta que las cadenas pongan la opción de los subtítulos en varios idiomas. Esas webs de EEUU iban a ser de las más visitadas para ver las series que allí se hacen.