La fragmentación de audiencias es un problema para las cadenas, a la hora de vender publicidad y también a la hora de evaluar la conveniencia de mantener o cancelar un programa que, aun demostrando tener importante apoyo, no logra sin embargo unas audiencias lo suficientemente grandes como para resultar rentable. Es el caso de Friday Night Lights en la NBC, una serie de notable éxito entre el público y sobre todo la crítica, pero que no es capaz de competir por la audiencia del prime time y supone un gasto excesivo para la cadena en la relación gastos/ingresos.
Este problema no lo tiene únicamente Friday Night Lights, hay muchos otros programas que rondan los límites de la rentabilidad y que cada semana son estudiados en profundidad para decidir o no su cancelación. Algunos de estos productos son producciones de calidad que fácilmente encontrarían su hueco en la televisión de pago y es ahí donde puede radicar la solución a sus problemas de rentabilidad, compartiendo gastos y creando una ventana de explotación previa hasta ahora inexistente.
De este modo, Direct TV y la NBC han llegado a un acuerdo de producción para dos temporadas más de Friday Night Lights que se verán primero en la cadena de pago, sin cortes publlicitarios y a continuación en la NBC, con las interrupciones habituales. Además, se grabarán de un tirón para reducir costes y con total de 77 episodios (dos temporadas de 13 son las renovadas), lo que facilita su sindicación. Normalmente, la duración de los programas destinados a canales de pago es sensiblemente mayor que aquellos destinados al abierto y además los pequeños clifhangers estudiados para cada corte publicitario definen claramente la estructura de los episodios así que, en este caso, deberá buscarse el equilibrio entre ambas posibilidades de emisión para crear un producto redondo. Eso o hacerlo a la española, donde no importa la estructura del guión y se mete publicidad de forma indiscriminada, pero me extrañaría mucho que descuidaran este punto.
Volviendo al tema de la financiación, creo que este sistema puede dar buenos resultados, como está comprobado en paises extranjeros, como el nuestro sin ir más lejos, en los que las series se estrenan en canales de pago y posteriormente las podemos ver en las cadenas generalistas en abierto, a veces con apenas un par de días de diferencia y con unos excelentes resultados (caso House, por ejemplo). Concretamente en estos casos las cadenas simplemente compran los derechos de emisión y no forman parte de la producción, pero podríamos llegar a ese punto e incluso sustituir los gastos de distribución por una producción compartida.
Por cierto, el caso de Friday Night Lights parece novedoso y ofrece una nueva vía de explotación de las series, pero ya el año pasado, a consecuencia de la huelga de guionistas y la escasez de productos nuevos que emitir, la CBS compró los derechos de Dexter para su emisión en abierto después de su estreno en Showtime. En este caso se tuvieron que editar algunas escenas no aptas para el público generalista, pero la fórmula funcionaba.
Del abierto al pago o viceversa, parece que las series de televisión están muy vivas y aun tienen un recorrido largo y provechoso en los canales tradicionales. Para los que tienen miedo a que desaparezcan, una muestra de que todo es darle una vuelta al modelo.
La verdad es que los datos de ‘Friday Night Lights’ en NBC esta temporada están siendo ridículos, y como sigan así yo creo que la serie acabará emitiéndose sólo por cable, o relegándola a la época veraniega.
Ojalá en España existiese una industria de cable tan fuerte que funcionase como una tele alternativa y fuese rentable. Así ya no se diría que sólo se hacen series «españoladas».