El pasado domingo se celebraba el día del juego (entendido como el sano juego entre personas y no como el día de ir al bingo o al casino). Para celebrarlo entre los niños, el canal infantil Nickelodeon decidió suspender su emisión a partir de las doce del mediodía, invitando así a los niños a salir a jugar con sus amigos en lugar de estar viendo la tele.
Como casi siempre, este iniciativa fue en EE.UU. y es el tercer año consecutivo en que se lleva a cabo, suponemos que con notables resultados para la imagen de marca del canal, algo que a veces está reñido con la generación de audiencia.
Esta acción me recuerda a una que llevó a cabo TVE hace unos años en que se instaba a los niños a ver menos televisión con la excusa de que las mascotas acabarían por abandonarnos por falta de atención. Una bonita campaña que recibió muchos premios y que aun se recuerda en algunos de los zappings conmemorativos de los 50 años de vida de la televisión pública.
O como cuando en La Bola de Cristal se decía: «Tienes 10 segundos para imaginar; si no se te ha ocurrido nada, quizás debería ver menos televisión».
También me recuerda este tema a cuando Supernanny le dice a las familias que la tele no tiene que estar siempre encendida como un mero acompañamiento hablante, sino que sólo debe encederse si se desea ver algún programa.