La falta de imaginación de las televisiones es sólo comparable a la de algunas organizaciones antediluvianas que, dependiendo de la propia televisión para su supervivencia, o al menos para su relevancia, no admiten modernizarse para seguir generando ingresos.
Estoy hablando por supuesto de la organización de Miss España, que acaba de ver como su contrato con Telecinco no era renovado para la gala de elección de este año, por la evidente falta de interés de los espectadores en el formato en sus últimas emisiones.
No es de extrañar que la gala no interese a nadie, especialmente desde que nos colocan dos programas iguales, dos días consecutivos, con una duración excesiva, en los que no hay mayor interés que ver a unas jovencitas paseando por un enorme escenario, jaleadas por sus familiares y convecinos, todo ello salpicado con alguna actuación musical de cantantes en promoción.
Telecinco es especialista en sacar partido a programas de talentos. Lo lleva haciendo estupendamente con Operación Triunfo durante años y lo ha hecho con Tú si que vales en dos ediciones consecutivas. Sea mérito de la cadena o de la productora que se encarga de estos programas ¿no parece lógico pensar que, con una buena vuelta al formato, el rancio concurso de Misses podría ser un gran éxito?
Algunos pensarán que, por ejemplo: incluir al brutal Risto Mejide en un concurso de estas características puede ser cruel e injustificado pero ¿acaso no se van a encontrar estas chicas con críticas mucho peores en su carrera por la fama? ¿o es que aquel concurso Miss Fea que hacían en Aquí hay tomate no era suficiente demostración de que las concursantes deben y pueden tomarse las críticas con humor?
Y dado que la aspiración de estas chicas no es otra que llegar a ser modelos de alta costura, presentadoras de televisión o actrices ¿por qué no mostrar sus verdaderos talentos ante un jurado con algo de carisma que pueda sacar de ellas algo más que una cara bonita?
No tengo especial interés en que se perpetúe el programa en antena, aunque he de reconocer que cada año paso buenos ratos comprobando el extraño concepto de belleza que tienen en algunas provincias, sin embargo, me cuesta creer que la organización del certámen y las televisiones no tengan la capacidad, o las ganas, de intentar hacer algo nuevo con un clásico como Miss España. Pero claro ¿qué le vamos a pedir a una organización que no ha sido capaz de hacer una corona que se sostenga en la cabeza de las chicas?
De los Misters ni hablamos.
Lo mejor era comprobar el nivel de formación de algunas de las aspirantes cuando, debajo de las medidas, aparecía «Estudiante de bachillerato» como profesión… ¡En una chica de 21 años!
En cuanto a la noticia en sí, no voy a echar de menos el certamen, aunque no entiendo muy bien por qué Telecinco no lo emite en diferido digamos ese mismo sábado de madrugada. No no tendría muchos espectadores, pero sí cuota de pantalla.