Acabo de ver la entrevista que Ana Rosa ha hecho a María Teresa Campos en su programa y la verdad, no me ha sorprendido nada: desde el peloteo de ambas y la aparente falsedad de sus buenos deseos hacia la otra, hasta la constante promoción de los programas que presentan o presentarán en la cadena, pasando por el eterno ¡que trabajadora es mi Terelu! que nunca falta en las entrevistas a la Campos.
Pero lo que más rabia me ha dado ha sido la forma en que han despedido la entrevista, con una especie de amenaza mafiosa que demuestra que realmente debe ser cierto aquello que dijo Vasile de que sus presentadores le lloran cuando La Sexta se mete con ellos. Y es que han terminado hablando de la entrevista a Roldán de mañana viernes, y por extensión de la de Julián Muñoz ¡quién sabe cuando! y, en defensa de tamaños documentos de investigación, sólo se les ha ocurrido decir que, antes de criticar a los demás, lo que hay que hacer es exámen de conciencia, porque quienes critican tienen mucho que esconder y, si ellas hablaran, se iba a liar una buena ¡ahí queda eso!
Pues nada, yo ya he hecho exámen de conciencia y no encuentro nada que me impida criticar, aunque igual debería preguntarle a Mari Tere, por si sabe algo de mí que yo no sepa. Aunque bueno, hoy Hernán me tacha de fascistoide (no me cita literalmente pero me doy por aludida) por hacerme eco de la propuesta de no ver la entrevista a Julián Muñoz (sólo si tienes un audímetro, insisto) igual eso es señal de que soy un bicho.
suerte han tenido en telecinco de que la entrevista haya sido hoy porque en la sexta se iban a poner finos.