No se le dan bien a Pablo Motos las entevistas con las grandes figuras del showbusiness americano: primero fue la gran debacle con Matt Dallas, intérprete de Kyle XY, entrevista que apareció al día siguiente mencionada en todos los medios televisivos y no precisamente por lo estupenda que había sido, y ayer fue con los famosísimos Jonas Brothers, el grupo pop sensación adolescente del momento.
Debió pensar Motos que la entrevista a tres mozalbetes ñoños que lo único que saben hacer es canturrear por los platós de televisión Disney iba a ser pan comido y que él, con sus más de veinte años de diferencia les iba a llevar por donde quisiera. Así, desde un principio intentó llevar la entevista por derroteros bastante alejados de lo que es estricta promoción del producto Jonas Brothers, preguntandoles por los 40 minutos de rezos que hacen antes de salir al escenario, por las albóndigas de su madre (¡si se entera la ministra les corta la emisión!) o por el anillo de pureza que llevan. Y a preguntas inapropiadas, respuestas directas, que ellos estaban allí para hablar de su libro y no de cosas personales que a nadie importaban… eso sí, dicho con mucha dulzura y educación, como corresponde a los chicos Disney que son. Aun lo intentó Motos otro poco, hablándoles de Bush y su interés por los zapatos, pero no hubo manera, la entrevista se volvió aburrida, carente de ritmo y no sirvió, ni a los Jonas para hacer promoción de su disco, ni a Motos para armar un buen programa.
Suerte tuvo que a la vuelta de publicidad les funcionó el experimento conductor de la electricidad y el sonido a través de la cadena humana que montaron entre los cantantes y un grupo de fans, que permitió que la cosa acabará con un poco de alegría.
El hormiguero es un programa entretenido y muy especial, que hace gracia a quienes lo siguen habitualmente y puede que ocasionalmente a quién pille algún momento estelar, pero es más un programa familiar (en el sentido de hacer gracias entre amigos) que un programa de entrevistas o noticias. Para formar parte del grupo y encajar hay que ser muy gracioso, muy enrollado o no tener nungún tipo de vergüenza y entonces funciona pasar como invitado por allí, el resto de opciones son tan incompatibles como un novio vergonzoso cuando va a cenar a casa de la gran familia y los pilla ya con un par de vinitos.
Por cierto, alguién sabe que paso en el primer, y abrupto, corte de publicidad???
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