Ayer por fin se estrenó en Antena 3 700 euros (digo por fin por eso de que hace ya tiempo que la iban a estrenar y por algún motivo, puede que el éxito de Sin tetas no hay Paraiso, recularon y es ahora cuando han decidido definitivamente ponerla en la parrilla). Podría decir muchas cosas de la serie o ninguna, pues lo cierto es que el episodio piloto de ayer no mostró gran cosa que podamos comentar, pero tampoco era una pena de esas de echarse a llorar, realmente ni frío ni calor, que quizá sea lo peor que puede decirse de una obra.
El problema principal del episodio de anoche volvió a ser su autopromoción. Ya la critiqué en su momento por aprovecharse tontamente del éxito de un producto inglés, Secret Diary of a Call Girl, del que aquí apenas hemos oido hablar y que no hace sino confundir al espectador, haciendole creer que nos encontraremos ante la historia de una trabajadora de las líneas telefónicas eróticas. Sin embargo, una vez enfrentados al producto real, lo peor no es ese subtítulo absurdo, que se queda en la mera anécdota, sino que han reventado por completo la historia y no nos queda nada por saber de todo lo que va a ocurrir en la trama, ni tan siquiera el terrible evento con que termina el episodio ni las trágicas consecuencias que conllevará en los próximos episodios… en una sola promo, nos han contado media historia, no dejando nada a la imaginación ni a la ganas de saber.
Esta necesidad de contar tanta trama responde a una necesidad evidente de hacer creer al espectador en el producto, a la falta de fe en que la imagen y la sutilidad pueden hacerlo atractivo y es un grave problema pues ya he comentado anteriormente tambien que no nos falta talento en España para hacer autopromociones fantásticas, reconocidas internacionalmente y capaces de hacer que cualquier espectador vea desde el producto más novedoso y difícil de vender hasta el más antiguo y manido por enésima vez.
Lo peor es que esta forma de hacer autopromoción contando la historia que veremos después empieza a convertirse en una antipática costumbre y pronto van a conseguir que el placer de disfrutar de la autopromoción se convierta en un desagradable paseo por un campo minado de spoilers.
conozco dos casos de blogs que son autobiografías reales de prostitutas, al menos eso afirman sus autoras, y es creíble
me ha impresionado tu cifra de suscriptores, yo que me creía alguien con mis ciento y pico
un saludo afectuoso y humilde, y admirado
santiago tena