Ya lo rumiabamos desde hace meses, la posibilidad de que la TDT en alta definición se comiera otros canales, por ausencia de ancho de banda suficiente, era un hecho denunciado desde el primer momento y al que parece que los responsables de subsanarlo hacían oidos sordos.
Más tarde, los rumores sobre TVE no emitiendo las olimpiadas en alta definición como habían prometido corrieron como la pólvora y todos los vendedores de televisores dieron las gracias al cielo por la eurocopa, que ya se sabe que esto de los eventos deportivos es lo que tira de las ventas, según afirman los expertos.
Para acallar las malas lenguas, TVE salía al paso afirmando que nadie debía preocuparse, que TVE cumplía sus promesas y que por tanto los ciudadanos tendríamos la ansiada olimpiada en alta definición, como nuestra televisión pública había prometido.
Semanas después, el mismo Javier Pons emite un comunicado en el que anuncia que efectivamente, TVE emitirá las olimpiadas en alta definición pero, en Imagenio y Digital +, es decir, que para ver la retransmisión de la televisión pública uno debe elegir entre darse de alta en Digital + y desembolsar 400 euros del ala que cuesta el descodificador HD más la cuota mensual (alrededor de unos 45 euros en función del paquete que uno elija) o bien darse de alta en Imagenio y pagar 40 euros al mes con un compromiso de permanencia de 12 meses, más algún que otro gastillo no presente en la oferta.
Según se desprende del comunicado de TVE, nos enfrentamos a un mal menor, pues la otra opción sería renunciar a los otros canales que TVE tiene en TDT por lo que comentábamos del ancho de banda y, de esta manera, no es necesario. Así, se paga un buen dinerito público a dos empresas privadas y mucho mejor.
RTVE sí que es un mal, pero de los gordos. ¡Pero que manera más esfarragosa de hacer las cosas!
Todo por culpa de una mala gestión del modelo técnico. ¿Que no hay frecuencias libres? Lo que les pasa es que no se quieren tirar a la piscina y encontrarse que puede estar vacía. Van a lo seguro, a hacer una buena inversión con la garantía de que se rentabilice aunque sea con pocos usuarios.
Tiene narices la cosa… que para ver la televisión pública de mi país me tenga que abonar a una plataforma privada de televisión de pago.