La renovación de las páginas web de las televisiones españolas es una gratificante experiencia que vivimos con alegría desde hace unos meses, hasta el punto de estar convirtiéndose en una especie de gran carrera por ver quién la pone más bonita y quién ocupa más espacio informativo.

Lo más destacado en lo visual de todas estas renovaciones es el abandono del exceso de contenido en favor de algo mucho más limpio, con grandes espacios para contenidos audiovisuales y poco texto. Telecinco parecía ser de los que lo tenían muy claro, aunque hoy me he llevado una pequeña decepción al entrar en su web a ver lo nuevo de su sección de informativos y comprobar que están tendiendo peligrosamente a volver al pasado y su página de inicio empieza a tener muchos más contenidos de los que serían deseables para una experiencia sosegada y una navegación tranquila porque, que yo recuerde, al principio del rediseño, no era así.

Este miedo a no poner todo «lo chulo» que tenemos en la portada tiene que dejarse atrás de una vez por todas. Hay que confiar en el diseño de la página web, en la estructura de los contenidos, en que el internauta va a saber encontrar las cosas si estas se encuentran bien ordenadas y dejarnos de atiborrar al visitante con un mercadillo de contenidos, pero bueno, supongo que es cuestión de personalidades y a Telecinco esta le pega.