Parece que la cadena The CW está contemplando la posibilidad de hacer un spin-off de la famosísima y exitosísima Sensación de vivir. Escrito por Rob Thomas, el creador de Verónica Mars, parece que el piloto ya está siendo producido y que en breve se tomará una decisión al respecto.
Sensación de vivir, o Beverly Hills 90210, es una de las series que marcaron los años 90: actrices como Shannen Doherty, conocida después por ser la hermana mayor de Embrujadas, Vanessa Marcil, a la que hemos podido ver en Las Vegas o Lindsay Price, protagonista de Lipstick Jungle, se hicieron famosas en su momento por participar en la serie. Los actores masculinos no parecen haber tenido tanta proyección internacional, nombres como Ian Ziering, Brian Austin Green (al que hemos podido ver en Las crónicas de Sarah Connor) o Jason Priestley raras veces han vuelto a ver nuestras pantallas, salvo como actores invitados en algún episodio de otra serie, pese a lo cual han permanecido muy activos, según puede verse en su curriculum.
Aun se desconocen los pormenores de la historia, si alguno de los actores aparecerá por ella o si el argumento estará en algún modo relacionado con historias que quedaron sin cerrar en aquella season finale. Ni siquera sabemos si el target al que irá dirigida será el mismo de entonces, y por tanto competirá con otros productos como Gossip Girl o si, por el contrario, buscará al mismo target de entonces, que ahora se encuentra en la treintena y que puede reportar buenos datos en el target comercial. Puestos en situación, solo nos queda esperar a que haya más información y recordar como éramos cuando hace quince años disfrutábamos de esta serie juvenil.
¡Ay, que mito! No la seguí mucho en sus primeras emisiones, pero luego estuve un par de veranos enganchado a sus reposiciones matutinas (primero Rompecorazones, luego Sensación de Vivir)
De todas formas, para mi gusto, ésta fue un claro ejemplo de serie estirada muchísimo más allá de lo razonable. Partir de un grupo de «chicos de instituto», seguirles «en la universidad» y ya después en su «vida adulta» resultaba un tanto excesivo. Sobre todo porque a medida que pasaba el tiempo se perdía la esencia de la serie, los personajes y las historias empezaban a perder coherencia, desaparecían personajes clave…
Respecto a su futuro: creo que hacer otra serie de quinceañeros sin más no tendría mucho sentido (quiero decir, ya hay un «puñao» de ellas, y el rollo nostálgico no iba a ayudar mucho a que vendiese). Si consiguiesen juntar el reparto original y ver su vida de treintañeros-cuarentañeros… aunque quizás tampoco tenga mucho sentido.
Quizás deberían dejar reposar a los mitos en paz…