Tanto reality show pululando por nuestras pantallas y parece que la gran preocupación de guionistas y productores es diferenciarse entre ellos por el nombre que dan a las cuatro paredes rodeadas de cámaras encendidas 24 horas donde habitan sus protagonistas. En Gran Hermano es la casa, en Supermodelo el centro de formación, en Operación Triunfo es la academia, en Fama es la escuela
Lo mismo ocurre a la hora de decidir quienes son los candidatos a marcharse: en unos programas son los nominados, en otros son los propuestos a abandonar, todo sea por diferenciar unos programas de otros, cuando es posible que la confusión acabe por beneficiarlos a todos, máxime cuando los concursantes tienen serias dificultades para adaptarse a esta coleccion de sinónimos y siempre terminan por recurrir al clásico «estoy nominado» que popularizó Gran Hermano al ser el primer gran reality show de éxito.
guau, menudo cambio de loock al blog, me encanta.
en cuanto a los relalities, es todo una moda (odiosa moda) como ahora la de poner a un jurado que haga en tonto y que vayan pasando freaks por el escenario, lo que más mal me sabe es que realmente hay gente que vale y los ponen en evidencia por el show que trae esos programas… estupidas modas…