Que hoy en día la cancelación de una serie no es su punto final definitivo es algo que parece claro, a la vista de los casos recientes de series repescadas por otras cadenas una vez su canal principal decide prescindir de ellas. Es una cuestión de números elemental, pues lo que para una network es una cifra de espectadores insuficiente, puede resultar un rating excepcional en otra cadena menor, con una media de audiencia mucho más baja. Es lo que en estos momentos se está planteando Country Music Televisión tras la cancelación de Nashville, que este año cerraba para siempre en ABC por sus bajos datos, pero que supondría una inyección de espectadores muy importante para el canal de pago.
Es además un encaje tan brutal, que parece mentira que no fueran ellos los primeros en plantearse la producción de esta ficción. Bueno, en realidad no es tan llamativo pues, con la misma idea de relatividad de los datos de audiencia, también son relativos los costes de una serie y lo que para ABC es un presupuesto medio para una serie de prime time, para un canal como CMT puede suponer un grave agujero en sus finanzas, o la imposibilidad de contar con actores de la talla de Connie Briton o Hayden Panettiere, que no deben cobrar poco y que además sufren un cierto bajón de caché cuando pasan de verse en ABC a hacerlo en un canal temático, por lo que podrían no estar interesadas en continuar, no digamos ya rebajar su sueldo por episodio.
La última temporada de la serie terminaba con algunas tramas relativamente bien cerradas, mientras otras dejaban espacio a la evolución y apertura de nuevas tramas, muy especialmente esa última y dramática escena. Dicen sus creadores que cuando se anunció la cancelación de la serie podrían haber precipitado la resolución de todas las historias para ponerle un lazo a la ficción, pero que prefirieron mantener los guiones como estaban inicialmente planteados, teniendo en cuenta que siempre que acaba una temporada hay arcos argumentales que quedan completados, mientras otros se dejan en el aire de forma natural o como enganche para su regreso, y así es como lo han hecho, también por si las moscas, por si alguien ofrecía un nuevo hogar.
Tal como quedaron todas las tramas, y suponiendo que la cadena de country se planteara esta repesca, existe también la posibilidad de retomar la historia solo con los personajes secundarios, pues es bien cierto que el personaje de Rayna no da mucho más de sí, con sus idas y venidas amorosas que ya cansan y que Juliette, bueno, los que habéis visto el último episodio ya sabéis qué pasa con Juliette. La ausencia de estas dos actrices, con total seguridad las mejor pagadas de todo el elenco, podría ayudar a cuadrar el presupuesto y, en ese canal, estoy convencida de que podría hacerse un producto más que digno con los otros personajes y desde luego a un precio más acorde a las audiencias que pueden cosechar. Porque limitarse a hacer los números pensando que los más de seis millones y medio de espectadores de Nashville son un maná para la parrilla de CMT es no ser consciente de los presupuestos que se manejan en las grandes networks y que no es tan fácil hacer estos trasvases… si lo fuera, serían mucho más habituales de lo que pensamos, es más, habría otro tipo de series en estos canales pequeños que rara vez hay, sencillamente, porque no hay presupuesto para hacerlas, no porque sus directivos no quieran.