Antonio Lobato ha sido, posiblemente, uno de los periodistas más denostados del panorama deportivo español tras cerca de una década siguiendo la Fórmula 1. Su popularidad se incrementó en la misma medida que lo hacía la de un Fernando Alonso ganador y, casi como el declive deportivo de este, se fue apagando la luz de un Lobato cansado, desilusionado y triste ante la falta de éxitos del que ya se había convertido en su amigo.
Cuando Alonso ganaba carreras, Lobato se emocionaba con él y ejercía de principal fan del piloto, pero a nadie le importaba porque todos estábamos más pendientes de las carreras que de los comentarios que las ilustraban pero, cuando los cambios de escudería y coche empezaron a fracasar, no solo Alonso empezó a ser blanco de la frustración de algunos aficionados, también Lobato.
No es de extrañar que en una tarea tan sacrificada como la del equipo de producción de la Fórmula 1, con viajes permanentes, cambios de huso horario agotadores y jornadas maratonianas, un pim pam pum permanente por parte de la audiencia se convierta quizá en la gota que colme el vaso de quién lleva toda la presión de la retransmisión y así es como Antonio Lobato anunciaba su retirada de la tarea, en busca de nuevas oportunidades y, principalmente, de un descanso de tanta presión.
Varios meses después de su despedida, llega a las pantallas de nuevo con un formato completamente diferente y que seguro le traerá mucha tranquilidad: Desafía tu mente, la versión de TVE del programa de National Geographic Brain Games, un formato que pone a prueba la mente humana, que la desafía y que explica muchas de las conexiones mentales que dan lugar a las más sorprendentes reacciones humanas. Un formato con un buen encaje en la televisión pública y que necesita de un conductor afable y didáctico, como sin duda es Antonio Lobato.