Una de las muchas novedades que esta semana televisiva nos tiene preparadas, se estrenaba ayer lunes en Antena 3 con el concurso de talentos para bailarines Top Dance. Alguien comentó en Twitter que si la emisión de este programa superaba en audiencia a la de El ministerio del tiempo tendríamos una fotografía bastante clara de la sociedad española y mucho me temo que así ha sido, para nuestro disgusto. Son solo trescientos mil espectadores más en un programa de una duración bastante más extensa, pero no deja de ser una lástima que El ministerio del tiempo no tenga una audiencia aún mayor.
Eso sí, la que tiene es muy ruidosa y está siempre atenta a lo que ocurre tanto en la serie y sus constantes guiños, los históricos y los internos, como fuera de ella y es por eso que, tras anunciarse un parón en la emisión de los episodios que quedan de esta segunda temporada, un total de cinco, han disparado todas las alarmas sobre una posible no renovación de la serie por una tercera temporada.
Es cierto que este tipo de parones en las series son frecuentes, en EE.UU. podríamos decir que constantes (los seguidores de The Good Wife lo estamos viviendo especialmente este año y es una constante en Suits desde el arranque de su primera temporada), pero también en España, donde la ausencia de información sobre el número de episodios de los que constan las temporadas o la manera en que serán emitidas está muy lejos de ser transparente o mínimamente controlable.
Que se trate de una cuestión frecuente no ha calmado los nervios de los ministéricos quienes, ante los bandazos habituales de la cadena pública, se temen lo peor con este tipo de decisiones. Cuando Telecinco decidió dar un descanso a la segunda temporada de El Príncipe, sin fecha para retomar los episodios pendientes, a nadie se le ocurrió pensar que no fueran a emitirlos, pues todo el mundo entendía que un producto con esa aceptación es un caramelito para cualquier parrilla. También es cierto que El Príncipe ya había anunciado que no habría una nueva temporada pero, de haber sido una opción, estoy segura de que el parón que han hecho en ningún caso hubiera supuesto para los fans una amenaza de no renovación.
Pero la lógica no parece ser algo que impere en TVE y, tras la sonada ruptura con Bertín y la productora de su programa, y el recuerdo permanente a Los misterios de Laura, a nadie sorprendería que la renovación de El ministerio del tiempo se quedara atrapada entre dos puertas en algún momento. Confiemos en que no ocurra nada parecido porque la serie no hace más que crecer (pese a la triste despedida de Pacino que por sí sola justifica un parón para llorar).
Respecto al líder de la noche, ese Top Dance que pretende retomar lo mejor de Fama con una puesta en escena al estilo de La Voz o Got Talent, la verdad es que no puedo decir mucho. El arranque me ha parecido muy flojo y el casting bastante triste y poco centrado en lo que de verdad importa: el baile y la personalidad. En cualquier caso, siempre he dicho que estas primeras entregas de programas de talentos son tremendamente sosas y aburridas y que un formato así está hecho para crecerse con las semanas así que, ahora que ya no tengo entretenimiento los lunes, veremos cómo y cuanto crecen estos bailarines.
Si hay una sensacíon de miedo es por:
a) es una serie cara
b)No hace grandes datos
c)los directivos de tve no parecen comprender demasiado eso de «Internet»
Entonces da la sensacion de que la van a dar matarile