Hace unos días hablaba de los problemas de la tarde de TVE y de cómo pensaba que un magazine de tarde podría ser una buena solución a los mismos, mencionando el nombre de Jaime Cantizano como posible conductor de ese programa, con su conocida simpatía, serenidad y con su dilatada experiencia en el directo. Sin embargo, hoy es otro nombre el que me viene a la cabeza para hacer esta misma tarea de forma solvente, el de Maxim Huerta, cuyo fichaje por la cadena pública acaba de ser confirmado.
No, no ha sido contratado para hacer este tipo de programa, ni siquiera para un directo, sino que será el principal protagonista de Destinos de película, una serie de programas de viajes que, producidos por Globomedia, nos transportarán a algunas de las más reconocidas ciudades de la historia del cine, como Casablanca, Nueva York, París o Roma. El hilo conductor será una película mítica que haya sido grabada en la localización elegida para cada entrega donde, además de recorrer sus calles y escenarios más destacados, Maxim ejercerá de cicerone por la ciudad.
El formato no es un gran invento, pero la idea de visitar grandes ciudades de la mano de alguien con la sensibilidad y buen hacer de Maxim a mí me resulta muy atractiva y creo que puede funcionar muy bien, siendo además un programa adecuado para la televisión pública, pues aúna el entretenimiento con el elemento cultural y de divulgación que se espera de TVE.
No es la primera vez que Globomedia produce un programa de viajes de similares características, pues ya tuvo ocasión de hacerlo para La Sexta con Planeta Finito, aquella cosa que empezó con cierta carga esperpéntica, de la mano de humoristas interpretando a otros personajes conocidos y que pronto pasó a contar con celebridades siendo ellas mismas, sin ese punto histriónico de Florentino Fernández y Miki Nadal interpretando a Mariñas y Karmele, por poner solo un ejemplo. Por lo que parece, el formato será muy similar, aunque la presencia de Maxim y el hecho de emitirse en TVE le dará sin duda otro color y otro tono, a mi entender mucho más apetecible.
¿Es este un primer acercamiento entre el presentador y la cadena que puede acabar dando otro tipo de frutos? Ni yo lo sé, ni creo que ellos mismos se lo planteen como tal en este momento, aunque sí tengo la sensación de que Maxim no querría embarcarse en un programa de las características de un magazine diario, pues uno de los motivos que aduce para haber dejado Telecinco es la necesidad de tiempo para dedicarse a la literatura, faceta en la que está cosechando grandes éxitos. Es una forma amable de despedirse de un programa del que seguramente estuviera ya cansado y dudo que apostara por intentarlo otra vez, aunque sea en otra cadena y en este caso lleve él la voz cantante. Todo apunta a que su labor de escritor le está aportando mucho más en su vida en estos momentos que la de colaborador de magazine y, aunque al final las decisiones vitales son una suma de muchas cosas, no parece que se haya equivocado cuando tomo esta penúltima.