Nacida como la cadena del entretenimiento familiar, la evolución del mercado, su estrategia y, por supuesto, la fusión con Antena 3, han hecho de La Sexta un proyecto muy alejado de lo que en principio iba a ser.
Las risas y los concursos familiares, el entretenimiento para todos y la parrilla de festivos colores que se proyectaba, han dado paso a una programación cuyo eje central es la información, el análisis político, la tertulia y los especiales informativos cuando la actualidad así lo requiere. La Sexta es, hoy en día y sin lugar a dudas, el referente en este tipo de contenidos, superando incluso las reticencias de una línea editorial tan escorada como legítima.
Esta columna vertebral sobre la que se construye la programación de La Sexta se acompaña de series norteamericanas mainstream que no funcionan en las grandes cadenas, donde la ficción nacional, los concursos o los talent shows encuentran su mejor encaje.
Es esta diferenciación en las distintas personalidades de cada canal lo que realmente hace que funcionen en su audiencia más fiel y lo que debe conservarse y alimentarse cuando dan buenos resultados… y está claro que La Sexta los tiene.
Es por eso que no entiendo cómo en ocasiones se utiliza el canal para explotar programas que, por su resultado final, no terminan de verse en Antena 3, cuando originalmente se han creado para esta cadena. Es el caso, por ejemplo, de Eso lo hago yo, el talent show que estaba previsto estrenar en la cadena principal y que, a la vista de los flojitos resultados finales, parece que se estrenará en La Sexta, aunque tampoco se ve mucho movimiento por allí. O la última noticia que afirma que se está preparando un concurso para el prime-time: ¿Y tú qué sabes?, todo un reto en un tiempo en el que los concursos cuajan muy poco y mucho menos en horario de máxima audiencia.
¿Por qué este interés por convertir a la Sexta en un canal generalista más con una personalidad corriente? ¿Por qué correr el riesgo de cambiar para ser más parecida a Antena 3 cuando el secreto de su éxito es la manera en que se complementan?
No puedo estar mas en contra con el artículo. Para empezar, «la secta» no nació como una cadena de entretenimiento familiar sino como una cadena de adoctrinamiento político al mas puro estilo cubano, defendiendo a los criminales de extrema izquierda y sus robos y torturas a los disidentes, todo rodeado de series y películas provenientes de lo que la propia Sexta define como «el imperio». Y gracias a los corruptos de A3, ahora tienen más dinero y más horas para profundizar en sus criminales ideas comunistas.
Preguntas que es en lo quiere convertirse La secta, muy sencillo, en la TVE de Podemos.