O eso deben pensar en las cadenas en abierto españolas, que cada año nos ofrecen alguna de estas producciones como si de grandes estrenos se trataran, aunque luego no vayan a tener mucho recorrido. Y lo mejor de todo es que funcionan relativamente bien.
Lo vimos la pasada semana con Forever y ayer mismo con The Flash, dos productos que solo tienen en común el hecho de ser producciones norteamericanas, pero que han dado idéntico resultado a Antena 3, el liderazgo de la noche.
Forever es un procedimental al uso cuyo estreno ha sido muy criticado, toda vez que no ha logrado renovar en EE.UU. Esta es una circunstancia que la mayor parte de los espectadores desconoce y, en cualquier caso, no debería suponer un problema, pues dejando a un lado el arco argumental que da continuidad a los episodios, el resto del entretenimiento se basa en resolver episódicos, sin mayor compromiso con la historia, sin importar si vemos uno solo o los tres que emiten uno detrás de otro sin compasión.
Es precisamente esta característica la que hace que otras series de su género como CSI, Castle o El Mentalista, todas ellas con años de exitosa trayectoria, se repitan incesantemente en las televisiones, haciendo buenos datos en los estrenos de nuevos episodios, pero también muy buenos en sus redifusiones, emitidas de tal manera que solo los muy fans son capaces de discernir si se trata de la misma temporada o de dos o tres diferentes entremezcladas.
Tres de golpe emiten también de The Flash, otra decisión muy criticada que, en este caso, podría estar más justificada, al tener la historia un hilo argumental más continuo, más relacionado, uno que puede hacer que necesites ver todos los episodios para no perderte el desarrollo de la historia y sus guiños a The Big Bang Theory o la visita de Arrow. Y aunque nos hagan trasnochar, ahí estamos en mayoría, optando por la ficción extranjera como quién tiene un rollito de verano con un turista.
Parece claro que las costumbres del espectador no están grabadas a fuego en ningún sitio y que es bueno de vez en cuando darle un respiro de esas ficciones largas y cargadas de idiosincrasia que pueden llegar a cansar. Yo estoy muy a favor.