La franquicia CSI está de capa caída. Tras los insistentes rumores que la pasada semana afirmaban que la serie original estaba a punto de ser cancelada y que estaba planeándose la producción de una película, como remate a más de una década de investigación científica, la más pequeña de las hermanas, CSI Cyber, no logra captar la atención lo suficiente como para suponer un relevo, ni siquiera con la siempre solvente presencia de Patricia Arquette. Pese a sus discretas audiencias, en las últimas semanas todo apunta a que podría ser renovada, aunque a día de hoy no hay confirmación por parte de CBS.
¿Qué falla en la versión cibernética de CSI? ¿Están acabados los procedimentales? ¿Está la gente aburrida ya de todo lo que lleve las siglas CSI?
Definitivamente, no es un problema del formato, pues nada hay más sano en la ficción norteamericana que las series policiales, las de episodios autoconclusivos, las de investigaciones, crímenes, buenos y malos. La clave para que funcionen es dotarlos de una personalidad clara y definida y unos personajes que conecten con el público. Es algo que CSI Cyber a priori tiene bien trabajado, con esos investigadores reclutados en el otro lado y reconvertidos en agentes del bien para evitar pasar por prisión, con la inevitable sensación de que más tarde o más temprano terminarán por enfrentarse a su pasado, a sus fantasmas. Por otra parte, los casos tienen ingredientes tradicionales del género, centrados en esta ocasión en delitos relacionados en algún modo con la tecnología, ya sea por actividades realizadas directamente en la red, por delitos derivados de los cambios que se producen en los negocios tradicionales y la falta de adaptación al nuevo status o simplemente por las posibilidades que las últimas herramientas dan a la policía para facilitar su trabajo de investigación y captura de los malhechores. Y, sin embargo, no termina de enganchar.
Apenas vistos unos pocos episodios, CSI Cyber da la sensación de quedarse a medio camino de todo, de aspirar a ser algo que, por complicado, no logra abrazar abiertamente y en esa ausencia de compromiso se queda cojo y no logra impactar como debiera. La diferencia de este equipo de investigadores está en una tecnología que provoca un nuevo tipo de delito, a veces complicado de entender, tanto en los problemas que provoca como en la forma en que se desarrolla y es aquí donde la serie baja un nivel muy básico, intentando no espantar a quienes pueden sentirse expulsados por un vocabulario complicado, por unas circunstancias que cree no le afectan o que rayan en un tecnicismo que parece destinado a «los tecnólogos» y, en ese afán por no asustar, los que huyen son los que realmente acudían a verla por esa novedad, por esa incursión en un nuevo tipo de delito, a menudo moviéndose en la fina línea que separa lo legal de lo ilegal.
Esto es algo que hemos visto antes en ese serión que es The Good Wife donde, desde el punto de vista de la defensa jurídica, se abordan cuestiones relacionadas con la tecnología y sus posibilidades que muchos consideran un delito y que en ocasiones son simples de dirimir, acercándose a ellas desde un punto de vista tan a pie de tierra como el más básico de los delitos. Partiendo de cuestiones que resultan abstractas y nuevas, se demuestra en los tribunales lo sencillo que puede resultar defenderlas o condenarlas basándose en unos mismos criterios y dependiendo únicamente de qué lado de la sala de juicios se encuentre el orador.
CSI Cyber no entra en estas cuestiones, no se para a desgranar las investigaciones y se limita a tener maquinas más potentes que triangulan los móviles mejor y más rápido, conexiones con las centrales de datos mucho más eficientes y casos que se limitan a tener como móvil de un crimen cosa tan sencillas como la insatisfacción con una tecnología de disrupción, pero sin entrar en más detalles, quedando así a medio camino de todo y dejando insatisfechos a todos los espectadores. Una aversión a asumir un riesgo que es el que finalmente podría haber marcado la diferencia y haber hecho de esta versión de la serie una verdaderamente interesante y apetecible en lugar de un sucedáneo de la original que ni siquiera impacta por esas autopsias o recreaciones del crimen a cámara lenta tan características. Un fail en toda regla.
[…] Me ha hecho encontrar el comentario de la Chica de la tele sobre “CSI Cyber” porque estaba preguntándome eso el otro día cuando la pillé casi a continuación de otra serie […]