No está especialmente apasionante el mundo televisivo hoy más que por dos noticias que pueden resultar poco llamativas, pero que están haciendo mucho ruido entre los seguidores de uno y otra.
La primera de ellas es el anuncio del fichaje de Risto Mejide por Atresmedia, tras su complicada salida de Mediaset hace apenas unas semanas, según parece por un desacuerdo económico que podría cobrar sentido ahora, pues nada pone en mejor posición a un trabajador para negociar su sueldo que tener una oferta mejor en otro sitio. Si la oferta de Atresmedia ha surgido antes o después de la crisis del publicista con La fábrica de la tele y Cuatro es algo que nunca terminaremos de conocer del todo.
Este fichaje es, por el momento, tan solo una fichaje personal, es decir, no existe a priori un proyecto nuevo del que Risto sea cabeza de cartel, pero se rumorea que podría formar parte del jurado del nuevo concurso de talentos con el que Antena 3 quiere volver a probar el género. Es de sobra conocido el papel que puede hacer en este tipo de programa, pero me cuesta pensar que, ahora que se ha destapado como un más que interesante entrevistador, vaya a volver al papel pasivo y de escaso valor añadido que supone formar parte de un equipo de valoración de habilidades. Temblando estará Ángel Llacer por si alguna cabeza pensante decide que tiene cabida en Tu cara me suena.
Mientras esperamos la confirmación de cual será el programa que reciba a Risto en esta nueva etapa, alguien que tiene en común con él haber nacido, televisivamente hablando, en Operación Triunfo (Risto ya había estado antes en Antena 3, pero pocos lo recuerdan), sigue avanzando en su travesía al festival de Eurovisión, cada vez con más críticas.
Me refiero, claro está, a Edurne, que esta mañana presentaba el videoclip de Amanecer, para disgusto de muchos, que no han tardado en mostrar su disconformidad en las redes sociales. Yo no tengo palabras para describir lo que me parece este homenaje a los efectos digitales y, dado que ambos forman parte de la actualidad televisiva en el mismo día, me encantaría saber qué piensa Risto, no tanto del tema o la interpretación de la artista, sino del conjunto y la imagen general que se transmite en el vídeo. (Yo aún estoy esperando ver salir a Ylenia por alguna esquina de esa selva, es lo que hay.) En fin, lo malo de Eurovisión es cuando le damos más importancia de la que realmente tiene.
Personas con mucho talento que siguen evolucionando en su carrera, que han de tomar decisiones con mayor o menor acierto pero que seguro que les ayudan a crecer en todos los sentidos. Dos profesionales que a mí me gustan mucho en sus facetas y que habremos de ver cómo responden a los nuevos retos que se les plantean. Ojalá les vaya bien.
Maldita casualidad, ehn! Ahora, otro concurso con ese tipo de jurado yo creo que está agotado, a saber que será ahora. El videoclip es horroroso.