Llega otra vez ese momento del año en que alguien muy importante de la industria del entretenimiento afirma que la televisión, tal como la conocemos, va a morir, que está muerta ya, de hecho, pero aún no lo sabemos y convivimos con sus restos.
En este caso ha sido el director ejecutivo de Netflix, Reed Hastings quién, en una conferencia, no solo ha afirmado que la desaparición de la televisión convencional está a la vuelta de la esquina, sino que se ha atrevido a ponerle fecha definitiva de cierre: el año 2030. Una afirmación bastante osada, especialmente teniendo en cuenta lo cercano de la fecha y la facilidad para que su convencimiento le explote en la cara en un futuro muy cercano.
Y es que, la idea de que todos terminaremos viendo series y otros productos grabados en plataformas como Netflix, de forma global y sin una parrilla predeterminada es un futuro que todos vemos claro y seguro, aunque personalmente, ni lo veo tan cercano como pronostica Hastings, ni mucho menos como sustituto absoluto de la manera en que consumimos televisión ahora. De la misma manera que se menciona la irrupción del vídeo como un cambio sustancial en la manera de consumir entretenimiento de las generaciones anteriores, este no acabó con la televisión, simplemente pasó a complementarla, del mismo modo que opciones nuevas como Netflix están complementando el consumo tradicional de contenidos televisivos.
No es solo que la televisión tradicional esté muy arraigada, es que, mientras esperamos a que las nuevas tecnologías acaben con las antiguas, surgen aplicaciones, redes sociales y otras formas de comunicación que cambian todo el ecosistema y hacen que eso tan anticuado de ver un programa de televisión todos juntos a la misma hora se vuelva un evento de nuevo, comentado por personas a las que ni siquiera conocemos pero con las que intearactuamos o a las que simplemente leemos para hacer más entretenida la experiencia, para disfrutarla como nunca y para darnos cuenta de que la televisión programada está lejos de desaparecer. ¿Cómo si no se explica que una película que ha visto media España se convierta en récord de audiencia de los últimos 20 años? A mí me parece que esta televisión está muy viva.
Aunque parece evidente que la evolución natural de la televisión será hacia contenidos de ficción consumidos cada vez más bajo demanda y con estrenos globales, mientras el resto de consumo se limita a eventos deportivos y otros programas en directo, la desaparición de la televisión en apenas 15 años me suena más a ‘wishful thinking’ que a un auténtico análisis de tendencias.