Hoy es noticia el lanzamiento por parte de Movistar TV de un nuevo canal de series, con títulos hasta el momento inéditos y que curiosamente aún no tiene nombre. Me llama especialmente la atención este punto, pues me parece curioso que se haya lanzado la noticia sin una forma clara de referirnos al canal, sin un nombre que pueda empezar a sonar, en definitiva, sin una marca.
Cuestiones de marketing aparte, lo siguiente que me viene a la mente pensando en este canal y también en la presentación la pasada semana de AMC, otra buena oferta de series, la ausencia de ambas propuestas en Digital Plus. Pese a que a los trabajadores de Movistar se les llena la boca diciendo que Digital Plus es suyo, una afirmación que contundentemente te sueltan lo mismo un directivo en una presentación a medios que un comercial en una tienda de teléfonos, está claro que, lejos de ser un producto suyo que cuidar, se trata de la competencia a la que querrían aniquilar (por la via de la desaparición o la de la fusión, otra fusión).
Como en todos los sectores, la competencia es esencial y beneficia, en teoría, a los consumidores, que disfrutan de la carrera de los distintos actores en liza por ser los mejores, por tener la mejor oferta o la mejor relación calidad-precio. Sin embargo, en esta batalla concreta, la competencia entre marcas tropieza con un elemento distorsionador del mercado que afecta de formas complicadas a la lucha entre contendientes: la descarga de contenidos por parte del usuario final.
A diferencia de otros sectores en los que tener en exclusiva determinados productos puede ser un elemento diferencial que te haga ganar clientes, en este caso parece que el elemento que haga que el cliente se decante por tu servicio o el de tu mayor rival puede ser otro o solo uno pero muy concreto, como por ejemplo el fútbol. Y es que hoy en día parece extraño pensar que un cliente de Digital Plus, con acceso a mucho más contenido del que tiene tiempo de ver, vaya a cambiarse de proveedor solo por un canal de series (o dos), mientras el resto de la oferta es muy similar, por no decir idéntica. Lo mismo si MovistarTV crece lo suficiente como para tener tantos canales y tan atractivos como su mayor competidor.
Nadie en su sano juicio puede pensar que los más aficionados a la televisión vayan a estar suscritos a dos plataformas de pago al mismo tiempo. Por supuesto, alguno habrá, pero no será el grueso de la clientela, nunca los suficientes como para que se mantenga el servicio, mucho menos si esas dos o tres series interesantes que se emiten solo en una de las dos plataformas está al alcance de un click.
Es por ello por lo que es complicado intentar competir solo con ese arma, es por ello por lo que, pese a que pueda ir en contra de las normas más básicas del mercado, competir hoy en día por los contenidos si eres una plataforma, no puede basarse en la escasez, más bien al contrario, has de intentar tenerlos todos (como los Pokemon) mientras das un servicio excepcional, unos precios competitivos y una tecnología que facilite al usuario ver lo que quiera, cuando quiera y cómo lo quiera.