Hace meses que en España triunfa una aplicación llamada Secret en la que personas completamente escondidas tras el anonimato comparten cotilleos y trolleadas entre sus círculos más cercanos. Las afirmaciones no van firmadas por nombre o nick alguno y no hay modo de saber quienes son los miembros de tu círculo, más allá de intuir, a raíz de sus comentarios y las personas con las que te comunicas habitualmente en otras redes sociales, quién puede estar detrás. Lógicamente, una aplicación de estas características sirve para volver a la más tierna adolescencia, con toda la maldad de un adulto, y también para divertirse un rato con las confesiones de algunos que, ciertas o no, te hacen esbozar una sonrisa o una mueca de asombro. Divertimento para un rato, poco más.
En EE.UU. hay una herramienta similar llamada Whisper que parece ser la que se está llevando la máxima atención de los usuarios, hasta el punto de ser integrada como parte esencial de un programa de televisión, Couples Therapy en VH1. Del mismo modo que otros recopilan opiniones y votos a través de twitter, en este caso se trata de lo mismo pero con las ventajas de un anonimato total, lo que permite entrar en detalles que de otro modo no se confesarían o hacer preguntas de difícil respuesta honesta.
Se trata en este caso de un programa que pretende ayudar a la parejas con dificultades, lo que supone hacer preguntas de índole sexual o relacionadas con la manera en la que las personas se comportan en pareja y con la idea de que, de esta manera, las respuestas serán mucho más sinceras que las obtenidas con encuestas directas, no digamos ya si estas se llevan a cabo, aunque sea de forma aleatoria, a pie de calle.
A diferencia de otras redes sociales en las que todos aparentamos llevar una vida de cuento de hadas, siempre cenando en sitios maravillosos, viajando a lugares exóticos o siendo invitados a las fiestas más cool, la posibilidad de no revelar nuestra identidad, es más, la imposibilidad siquiera de crear una ficticia, al no estar relacionados unos mensajes con otros y no poder asociarlos a perfil alguno, hacen que las confesiones personales aquí vertidas tengan un plus de credibilidad. O al menos así lo creen en la productora del programa.
Como siempre, leyendo sobre este tipo de iniciativas no puedo evitar intentar trasladarlas al panorama televisivo español, donde no logro encontrar cabida para la aplicación de una herramienta de estas características, más allá de hacer partícipe al espectador de formatos como Sálvame, haciendo que formen parte de un círculo de confesiones sobre los famosos de los que se habla, haciéndoles sentir confidentes, haciendo que sepan de los últimos chismes al mismo tiempo que los propios colaboradores del programa, chismes que por otra parte no tendrían mayor credibilidad pero ¿a quién le importa esto en el juego de la prensa rosa siempre y cuando sea un gran chisme?
Tal como están las cosas, incluso las tertulias políticas y deportivas podrían llegar a beneficiarse de que una importante parte de sus espectadores reciban informaciones al mismo tiempo que los colaboradores, sobre todo cuando se trata de aplicaciones que no revelan a los miembros de cada red de información y los propios espectadores podrían pensar que algunas de las cosas que allí se desvelan no están siendo contadas porque solo le llegan a él y no a los colaboradores. Ya me estoy relamiendo con la jugada. Metacotilleo de primera categoría con tintes de peli de espías de serie B. Apasionante.
Si, creo que se me ha ido de la manos la cosa hoy.