Estaba yo muy contenta estos últimos años con la actitud que las cadenas de televisión en abierto mostraban frente a los meses de verano, estrenando programación, incluso series resultonas y apartándose de los tradicionales refritos de programas ya emitidos o reposiciones de series y películas mil veces vistas. Sin embargo, este año hemos vuelto a las andadas y el panorama televisivo, especialmente el del prime time, es un solar en el que la reposición de Pretty Woman es lo más destacado de la programación, ahí es nada.
Sí, hay algunos estrenos, pero su calidad deja mucho que desear y parece claro que la apuesta es solo por dejar pasar los meses lo antes posible y llegar a septiembre con la menor merma de audiencia frente a los competidores y a uno mismo en general, para dar el empujón de cara al nuevo curso.
Antena 3, por ejemplo, ha estrenado Rehenes, una serie americana de buen plantel y entretenido piloto que se desarma a medida que avanza una trama inexistente que da vueltas sobe un argumento sin recorrido. También estrena la segunda temporada de La Cúpula, que le dio buenos resultados el pasado verano y que, pese a su también escaso recorrido, tiene sentido de cara a los espectadores que el año pasado siguieron su primera entrega otorgándole unos buenos resultados.
Por su parte, Telecinco no está mucho mejor, especialmente desde que optaron por reservar los últimos episodios de El Chiringuito de Pepe, precisamente por sus buenos resultados y sustituirlos, desde esta misma noche, por la segunda temporada de Criadas y Malvadas, para un público que nada tiene que ver con el familiar de la comedia playera de Mediaset. Estrenada el pasado año los sábados en horario de tarde, sorprende ahora que se emita en prime-time, aunque es una comedia ligera que puede dar resultados decentes entre el público femenino que habitualmente sigue la programación de la cadena y justo antes de la emisión de una nueva entrega de Hable con ellas, ahora ya con el estreno oficial de Rocío Carrasco.
Parece mentira que un producto como el de las series norteamericanas haya quedado relegado a los meses de verano, pero el mercado español ha evolucionado de tal modo que, por una parte debemos congratularnos de que el producto estrella sea el nacional, independientemente de los altibajos de algunas de las series españolas y por otra, no debemos perder de vista que estas series que se emiten en verano no son tampoco las series estrella de la parrilla americana, sino productos de mid-season o canales menores que incluso en su país de origen no arrastran grandes audiencias. Las buenas producciones, cosas como The Good Wife, Modern Family o The Big Bang Theory, quedan relegadas a canales menores e incluso horas intempestivas. Curioso fenómeno.
En este país el público de tv sólo ve fútbol o series chavacanas como Aída. Es lo que hay, cualquier serie de humor como the big bang, la mayoría de gente no las entiende y no le hacen gracia, por que hay que «entender» los chistes, y aquí sólo se entienden los chistes tontos de torrente. En fin… Siempre nos queda Internet.