Otro miércoles más vuelvo a ver Hospital Central… si oso compararlo con Anatomía de Grey o la «presuntamente» más parecida Urgencias, no encuentro apenas referencias más allá de la temática médica, pero aquí estoy, todos los miércoles, como un reloj, siguiendo las vidas de estos médicos y sus tristes y aburridas vidas ¡porque son aburridas de puñetas!
¿Que hace que me trague esta serie cada semana con ritual puntualidad? Antes aun tenía una excusa: es lo que hay, o es lo menos malo que hay, pero ahora, con lo cargadito que tengo el disco duro no tengo excusa.
¿Y por qué he de buscar una excusa? ¿por qué hemos de ver en televisón solo series buenas? ¿he de avergonzarme realmente de que me guste o me entretenga Hospital Central? Yo creo que no debería, y por tanto aprovecho este espacio para contarlo de nuevo al mundo… esta temporada me sigue gustando Hospital Central… aunque ahora aprovecho para hacer otras cosas al mismo tiempo (como contarlo).
La duda que me surge es si en un medio con tanta difusión todo vale en cuanto a calidad.
¿Hasta qué punto debemos (o no) demandar calidad en los contenidos?