Hace más de 15 años que en EE.UU. existe un programa llamado The View. En él, un grupo de mujeres muy conocidas en el país se reúnen para comentar las noticias del día y entrevistar a un invitado, aportando cada cual su propia personalidad, que es al fin y al cabo lo que enriquece a un programa que, de otro modo, no sería más que una charla de mesa camilla.
Cualquiera que haya visto The View alguna vez ha pensado inmediatamente en la traslación del formato a nuestra televisión, un programa sencillo de construir, donde la única dificultad (aparte del presupuesto) radica en moderar y controlar los egos de sus protagonistas, que al mismo tiempo son el auténtico gancho del programa.
Mujeres de la talla de Whoopie Goldberg, Rosie O’Donell, Barbara Walters (creadora del programa) o Meredith Viera han pasado o permanecen en The View mientras nosotros seguimos preguntándonos cuándo demonios alguien se animará con una versión española… hasta hoy, en que por fin parece que nuestras plegarias han sido escuchadas y ya tenemos proyecto español: Hable con ellas.
Como siempre, las singularidades de cada mercado provocan cambios en las adaptaciones de los distintos formatos internacionales y, en este caso, la principal sería el horario de emisión, pasando del original en la mañana, antes de los magazines clásicos, a un late-night, en Telecinco.
El cambio de horario puede afectar sustancialmente al concepto original del programa, que no deja de ser una tertulia sobre las noticias de actualidad, lo que no debería ser demasiado problema, pero sí me preocupan los nombres que se barajan para protagonizarlo. Donde originalmente tenemos grandes nombres de la escena o el periodismo, aquí se estaría pensando en profesionales como Beatriz Montañez, Sandra Barneda o Yolanda Ramos, muy profesionales y conocidas, pero nada que ver con el tipo de perfil que cabría esperar en el programa. No se trata de hacer una tertulia de mujeres, sino de una tertulia de grandes mujeres.
Lógicamente, todos tendremos nuestra selección, pero creo que los nombres mencionados se quedan cortos de carisma. En mi carta a los reyes magos televisivos, yo querría ver nombres como Concha Velasco, María Teresa Campos, incluso Mila Ximenez, con toda su carga Sálvame o Ana Rosa tertuliando con la Campos, sin que una esté de invitada en el programa de la otra. Actrices como Rosy de Palma, Loles León, Carmen Machi, periodistas como Giorgina Cisquella, Rosa María Calaf o Mercedes Milá. ¡Será por grandes entre las que elegir! Ese es el nivel de nombres que necesita un programa así, aunque no nos caigan bien del todo.