Cuatro estrenó ayer Ciega a Citas, su nuevo serial para las sobremesas que no puede haber empezado con mejor pie, al lograr superar en audiencia a Zapeando, que ha tardado meses en consolidarse como una opción, minoritaria pero opción, y batía ayer su propio record de audiencia con 790.000 espectadores, pero se quedaba a 110.000 del estreno de Cuatro.
Que el arranque haya sido tan satisfactorio es un buen presagio de la aceptación de la serie entre la audiencia, pero también una muestra clara de la demanda que existe por otro tipo de productos, más locales, más jóvenes, más frescos.
Ciega a citas no es una serie sorprendente, ni tiene una trama que nos vaya a sorprender o dejar con un gran sabor de boca de un día para otro, pero sí nos permitirá disfrutar de buenas interpretaciones, caras conocidas en papeles diferentes y algunos nuevos actores que resultan simpáticos desde el primer momento, con los que resulta fácil encariñarse y hasta identificarse. Mapas de relaciones bastante básicos, pocas sorpresas y muchas reacciones previsibles que sin embargo, encajan en un importante segmento de la audiencia que a esas horas ni se plantea ponerse a ver productos densos como True Detective y se conoce ya al dedillo los diálogos de Castle tras su enésima reemisión.
Como suele ser habitual en este tipo de seriales, la protagonista es una mujer, en este caso una chica que no tiene suerte en el amor, regordeta e insegura, responsable de la noche a la mañana de dar consejos en un consultorio sentimental, cuando ella misma debería ser el primer objeto de estudio. Y así parece que vaya a ser.
Esta reinterpretación de las calamidades de Bridget Jones o incluso la triste vida de Betty la fea que podría ser Ciega a citas, parte con la etiqueta de serie low cost y, aunque efectivamente así puede que sea, encontramos el soplo de aire fresco que supone la grabación de algunas de las secuencias en exteriores, un siempre agradecido plano luminoso y con olor a polución, que permite dotar de realismo y naturalidad a lo que vemos.
Ciega a citas es originalmente una telenovela argentina, basada en un blog real, y emitida de lunes a jueves en el canal público a las 22:30. Curioso horario para un español, acostumbrados como estamos a que toda la ficción diaria se emita en la sobremesa o, como ocurría hace años, en las mañanas. Del mismo modo que la adaptación de Betty la fea, otra telenovela latina emitida en horario vespertino en su país de origen, las desventuras sentimentales de Lucía podrían ser un gran éxito en nuestro país, donde a menudo nos resistimos, pero hemos de concluir que existe un amplio mercado para este tipo de productos, habitualmente menospreciados por la audiencia y la propia industria.
Yo soy una fan acérrima de la versión original es una de las telenovelas que más me han gustado de los últimos tiempos. Para empezar la versión española y ale han cambiado el motivo de la apuesta que en la Argentina tenía más peso y que no se lo saben las afectadas hasta casi los últimos capítulos.
La pareja protagonista consiguieron hacer química de la normalidad, y hay frases, caricias y gestos para enmarcar … Sergio Feo se llama así porque en la versión Argentina era Marcelo Ugly y había mucho juego con su nombre.
Si alguien sigue ficción argentina Muriel Santa Ana, Lucia en Ciega a citas era la eterna amiga de Carla Peterson en Lalola
Carolina Aguirre la creadora salto a la fama con su blog en el que cada día se colgaba un post de las peripecias de Lucía ( el blog no era real, era la periodista que creo que la ficción de Lucia) y de allí la serie. Luego Aguirre ha participado en Farsantes otra belleza de telenovela argentina aunque esta no han sabido mantenerla como Ciega Citas
A ver si me animo a ver la versión española pero me va a costar. La chilena no les ha salido mal … a ver esta