La cruenta batalla que anoche enfrentaba en el prime time a las dos principales cadenas de televisión de nuestro país ha sido recriminada por numerosos críticos de televisión, telespectadores y miembros del sector audiovisual, que ven como los grandes medios utilizan sus productos como armas arrojadizas contra el adversario, en lugar de mimar y cuidar lo que, con mayor o menor acierto, con mayor o menor éxito, no deja de ser un trabajo de mucha gente, en el que se pone mucha ilusión y, sobre todo, mucho trabajo.
Como ya dije en su momento, el problema de que anoche se enfrentaran Velvet y B&B no era que fueran dos producciones muy esperadas, dos estrenos o dos series de alta calidad percibida, que es una situación que yo personalmente aspiro a ver con frecuencia, si no todos los días, como ya ocurre en EE.UU. por ejemplo. No, el problema no era ese, sino la percepción que como espectadores tenemos de que el enfrentamiento así planteado echaría a los leones a la serie perdedora, independientemente de su calidad como serie de ficción. Que un producto cualquiera no pueda salir adelante en función de cómo se trabaje en él, del resultado final o de cómo su cadena lo envuelva, sino que esté expuesto a morir a manos de una determinada estrategia de programación, tanto la propia como la ajena, resulta doloroso para los trabajadores del medio y también para los espectadores.
Como ya todos sabréis a estas alturas, la ganadora de este primer combate ha sido Velvet, que pese a llegar casi por sorpresa para los espectadores que no estén al tanto de la actualidad informativa, lograba 10 puntos más de share que B&B y auguraba malas noticias para la producción de Globomedia, al menos un cambio de ubicación en la parrilla, que no siempre solventa los problemas de audiencia. Por el momento, nada sabemos de este posible cambio de día, pero sí hemos conocido, hace apenas un par de horas, que Telecinco ha encargado temporada completa de la serie, con la confirmación de tres episodios más que completarían las entregas ya terminadas.
Y esto, que podemos interpretar como un puñetazo sobre la mesa, como un acto de rebeldía contra el golpe sufrido, es una excelente noticia, pues confirma el interés de la cadena en su producto, su confianza en que puede funcionar, su compromiso para sacarla adelante y, sobre todo, relaja la tensión sobre todo aquel que tenga proyectos entre manos y esté sufriendo ante la posibilidad de que alguien con más presupuesto, con más gancho, con un actor de moda en un papel protagonista o simplemente con más suerte, pueda dar al traste con el proyecto sin que sus responsables tengan herramientas para luchar (si la serie es simplemente mejor, es mejor y no podremos achacar la culpa a nadie).
La competencia entre cadenas, entre productos, es un mal necesario, porque solo es un mal para quienes se ven obligados a dar lo mejor de sí mismos y aún más. Los consumidores, espectadores en este caso, solo salimos beneficiados porque el esmero puesto en gustar es mayor que si la audiencia está garantizada. Es cruel que muchos proyectos mueran por el camino, pero no más que el bar que cierra porque con cuatro duros hacía un café aguado y se lamenta porque, si se hubiera puesto cuatro calles más arriba, siendo el único de la manzana, le hubiera ido mejor.
No he tenido oportunidad aún de ver B&B y las críticas no son muy halagüeñas, pero estamos hablando de una serie de Globomedia, que durante años han sido los reyes de la ficción nacional. Como apuntaba certeramente ayer en algunos medios, puede que la fórmula que dominaban esté ya algo caduca y los datos de audiencia de anoche, como los de El tiempo entre costuras, o incluso El Príncipe, apuntan a que así podría ser, pero no falta gente con talento que pueda reconocer el camino a seguir, que pueda dar pasos en ese sentido y revivir los éxitos de antes con los modelos de ficción de ahora. Para ello, habrán de fracasar más de una vez y solo la confianza demostrada en su saber hacer podrá ayudarles, que B&B siga adelante es un espaldarazo que debe ser recibido con optimismo… pero ojo, sin dormirse en los laureles, que ya sabemos lo que pasa con los entrenadores cuando son ratificados en su cargo tras una goleada.
Creo que lo han hecho para que la próxima semana no haga un 6% pero no estoy muy seguro que les funcione. Telecinco tiene la fama merecida de abandonar las series. Y quien se la juega a engancharse a una serie con baja audiencia si no sabes ni si la van a echar completa.