Imagina una fiesta de cumpleaños infantil muy trabajada en la que las madres se han esmerado por entretener a los niños con mil y un juegos, tan sencillos como divertidos y a los que añaden un par de payasos dándose golpes y haciendo el ganso por el salón. Eso y simplemente eso es Me resbala, el nuevo programa de entretenimiento que Shine Iberia prepara para Antena 3 y que debería verse pronto en nuestras pantallas.

En cada entrega de este formato, que tendrá una duración de algo más de dos horas, algunos de los cómicos y artistas más conocidos de la televisión nacional, comandados por Arturo Valls, se enfrentan en una batalla sin puntos ni clasificación, intentando ser el más listo, el más simpático y, sobre todo, con una tremenda voluntad para hacer reír a la audiencia y pasarlo bien. Desde los clásicos juegos de mímica para adivinar títulos de películas o las sombras chinescas, pasando por trampantojos o pruebas de habilidad verbal, los famosos de turno deberán demostrar cuánto de niño queda en su interior y cómo de gamberros pueden llegar a ser.

La prueba más divertida de todas, un escenario con una inclinación de 22 grados sobre el que deberán representar un teatrillo y que se convierte en una sucesión de escurridizos gags, golpes y batacazos que harán llorar de risa a más de uno, no solo en el público, también entre sus propios compañeros. Sin duda, lo más destacado de todo el programa.

Cada entrega contará un grupo de ocho personajes distintos, en el caso concreto de la grabación a la que pude asistir ayer, se trataba de caras muy conocidas como Josema Yuste, Anna Simón, Miki Nadal o Florentino Fernández, a cada cual más entregado a la diversión y la risa, como niños en una fiesta en la que no faltaron ni las palomitas.

Un programa absolutamente blanco en el que solo se busca la risa fácil, sin mayor pretensión que pasar un buen rato, con pruebas más o menos entretenidas que deberán pulirse mucho en la edición final para no hacerse largas y pesadas como llegó a ocurrir en la tarde de ayer tras casi cuatro horas de plató. El público pese a todo estaba muy entregado, reía sin parar y disfrutaba viendo a David Fernández o Lulu Palomares pasar un mal rato en la cinta de correr mientras intentaban dibujar y adivinar palabras en esta versión gamberra del Pictionary o a Edu Soto y El Monaguillo intentando representar el alfabeto solo con sus cuerpos.

Me resbala no es un programa para todo el mundo, quizá ni siquiera sea un programa para ver entero y tiene la difícil tarea de traspasar la pantalla sin perder la frescura y diversión que supone presenciar en directo las trastadas que sufren sus invitados, pero no cabe duda que existe un importante grupo de audiencia que encaja con este tipo de contenidos, que quiere ver a los famosos fuera de sus guionizadas locuras y si encima sufren y se caen, mucho mejor.

Me resbala podría ocupar la franja que recientemente dejaba Por arte de magia, otro formato de Shine Iberia que, pese a ser entretenido y similar a otros programas de éxito en los que los famosos se esmeran por salirse de su papel y hacer bien otras tareas, las de magos en esta ocasión, no logró audiencia suficiente como para mantenerse en antena más allá de su cuarta entrega (las causas de un fracaso en audiencia nunca son una ciencia exacta, pero Borja Terán apuntaba algunas posibilidades que justificarían sus malos datos).

Con errores aprendidos y los buenos datos del formato en Portugal, donde es todo un éxito, la ilusión y las expectativas son muy altas, ahora solo queda esperar y ver cuántos sintonizan con el programa y a cuántos les resbala.