Vaya follón tenían ayer liado en Mediaset con la emisión del último episodio de la primera temporada de Homeland: según fui leyendo en twitter en el mismo momento de la emisión y más adelante en los distintos posts dedicados al desastre, Cuatro había optado por recortar el episodio final y dividir su emisión en dos semanas consecutivas.
Esto responde a la pauta de emisión de dos episodios por semana que desde el inicio ha llevado la cadena con esta serie, pauta que les ha dado muy buenos resultados, no solo por la calidad de la serie, también por la protección que se le ha dado en cuestión publicitaria, interrumpiendo con cortes breves (3 minutos) y bien medidos para hacer la experiencia lo más respetuosa posible con la serie y los espectadores. El problema sobrevino con el hecho de que el último episodio fuera de doble duración haciendo que, sumado a la final de la Europa League, la emisión se fuera a meter ya en la madrugada, opción que no contemplaron en Cuatro.
En principio, parece una tontería pensar que las cadenas vayan a preocuparse del sueño reparador de sus espectadores, algo que no les importa lo más mínimo cuando cosas como Splash o Gran Hermano terminan cerca de las dos de la madrugada, pero sí es cierto que con la ficción esta práctica no se suele dar. El caso particular del final de Homeland era distinto, pues seguramente todos los espectadores hubieran preferido robar una horita de sueño a su descanso a cambio de concluir el sufrimiento gozoso de la primera entrega de la serie. Pero las audiencias mandan y me inclino a pensar que todo se tratara de una estrategia para no perder unos importantes puntos de share que en el late-night no valen nada y que Cuatro necesita imperiosamente para levantar unos números nada espléndidos en los últimos tiempos.
Tras el cabreo supino de muchos de los espectadores por lo que consideraban una mutilación de la serie tal como había sido concebida por sus creadores, Mediaset intentaba salir al paso de las críticas informando de que la distribuidora había suministrado dos copias del episodio final: una tal como se emitió en EE.UU. con el episodio como uno solo y otra como se emitirá en Cuatro, con dos episodios diferenciados, según informan, cada uno de ellos con su correspondiente cabecera y créditos finales.
Estas explicaciones de la cadena no han contentado a nadie, al menos no a quienes ya han visto la serie y consideran que la conclusión a la trama está construida para emitirse en una sola pieza y hacerlo de cualquier otra manera es, no solo un atentado contra la obra tal como estaba concebida, casi como mostrar el Guernika cortado a la mitad y en dos salas distintas porque es muy grande y en una sola no cabe, también un insulto los espectadores y una invitación a buscarnos la vida en las redes P2P.
Habiendo visto el episodio en cuestión de una sola vez, entiendo que la experiencia que yo he tenido es mucho mejor que la que tendrán cualquiera de los espectadores que vean Homeland en Cuatro, pero también entiendo que, si la distribuidora entrega una versión susceptible de ser emitida en dos días, quienes no hayan visto la serie antes no tendrán ningún problema, pues no existe comparación posible y la cadena no ha cometido ningún pecado imperdonable. Me planteo cuántas veces las propias cadenas americanas habrán mostrado a los espectadores las series de una forma diferente a la planteada originalmente por sus creadores, forzando su creatividad en pos de la audiencia. Por no hablar de las burradas que hacemos nosotros mismos cuando vemos un maratón de series con episodios que están pensados para dejar cliffhangers de, al menos, una semana ¿estamos atentando contra los creadores porque su obra no fue concebida para ser vista así?
Cuando pensaba que Cuatro había cortado el episodio a su antojo, en un punto cualquiera del episodio final que le convenía por duración, pensé que alguien había perdido el norte por completo en la cadena. Sabiendo que la distribuidora lo entrega así y era una opción de programación contemplada por quienes comercializan la obra, creo que alguien debería tener la sensibilidad de saber que es mucho mejor emitirlo de una sola vez, pero no creo que se haya cometido pecado alguno, sobre todo porque, de serlo, es un pecado que solo los que ya hemos visto la serie notaremos y nadie nos podrá robar ese momento.
Cuando son episodios tan largos están pensados para ser partidos.
Cientos de series se emiten desordenadas (el que haya visto en «emisión tv» que sepa que el orden no tiene nada que ver con el originalmente planteado) y ni nos enteramos.
Los que estén viendo la serie en cuatro que ya la hayan visto no tienen problema porque ya saben cómo es el tema. Los que no la hayan visto no tienen nada que decir puesto que no saben cómo es la historia.
Los que protestan son los que ya la han visto de una forma y critican el método alternativo