Lo confieso, veo Supermodelo 2006: en los cortes publicitarios de Hospital Central y la media hora larga que hay después de terminar la serie. No creo que sea un buen programa de televisión, está mal realizado, es lento y los profesores y colaboradores carecen de carisma, aun así me gusta verlo por el puro morbo de saber quién se irá cada semana y cuales serán las nuevas nominadas. Por eso ayer, cuando al terminar el programa se decidió no nominar a ninguna de las concursantes, la sensación fue de total frustración, el único aliciente que tenía el programa desapareció y la semana que viene empieza descafeinada al no haber eliminación alguna.
Desconozco las razones de la ausencia de nominación, pero creo que alguien se ha colado. Un reality vive de las broncas internas, de los malos rollos y de las expulsiones. Si hicieran un Gran hermano express en el que cada día se expulsara a uno de los concursantes, seguro que generaba expectación, mientras que uno en el que los plazos de expulsión fueran más largos atraería mucha menos audiencia, aparte de menos ingresos al no recibir llamadas durante una semana.
De la misma manera en que critiqué la pasada edición de Operación Triunfo por cambiar las críticas de los miembros del jurado, que se volvieron blanditos y conciliadores (excepción hecha de la saña de Noemí Galera con Idaira), critico ahora esta decisión poco acertada en lo televisivo.
Yo este reality no le he visto (ni ganas tengo). No me llama la atención eso de estar pendiente a ver a quien echan y a quien no. Si he visto OT porque me gusta escuchar música (aunque a veces sea un poco lamentable el estilo) y estoy contigo en que el jurado se mostró demasiado blando salvo con la Canaria.
Salud y paz.