Nos quejamos con frecuencia de cómo la publicidad arruina los programas de televisión, pero lo cierto es que no se trata de un problema específico de los anuncios, sino de la manera en que estos se ubican en la parrilla y especialmente de cómo truncan los contenidos, a menudo en medio de frases y escenas de gran relevancia narrativa.
Como no me canso de repetir, la publicidad es el mejor aliado de la televisión, solo hay que saber utilizarla de manera que no moleste y cumpla su función a todos los niveles y en todos los sectores a los que afecta. Así, la nueva publicidad que empieza a abrirse camino está dejando de lado el concepto de interrupción, ya no es una molestia que mete con calzador mensajes que muchas veces no interesan al espectador y da la vuelta al sistema de transmisión del mensaje, empezando por ver dónde está la audiencia que interesa, qué es lo que les llama la atención y qué tipo de contenidos demandan, para después apostar su dinero por crear ese tipo de contenidos, por adaptarlos a otras pantallas.
El caso más reciente lo vemos en la apuesta de Azucarera Española por una conocida blogger de la repostería. Su nombre es Alma Obregón y hace tiempo que la sigo en su blog por mi afición por los cupcakes y recetas de postre americanos, aparte de por su naturalidad y divertida manera de contar las cosas. Desde que la sigo, Alma ha abierto dos tiendas, ha publicado un libro, ha protagonizado un programa en Canal Cocina y ahora, se anuncia otro en Divinity, como parte de la campaña de «branded content» de la marca de azúcar.
No sé cuantas visitas tendrá Alma en su blog, ni sé cuantos libros habrá vendido, pero sus presentaciones están a tope, sus tiendas parecen ir viento en popa y su evidente simpatía la convierten en una comunicadora excepcional que puede conectar con el público en televisión muy fácilmente. Este es el tipo de apuesta que las marcas han de buscar en un tiempo en que la publicidad de interrupción ya no solo no funciona como antes, sino que se evita y en no pocas ocasiones genera rechazo, todavía más hacia la cadena que hacia la marca, pero todos se ven afectados.
¿Eres una maleni genuina? Como te lea el Comidista, ¡te banea! Aparte, todos corréis peligro de entrar en la guerra contra el azúcar en todos sus formatos… http://blogs.elpais.com/el-comidista/2013/03/refrescos-tabaco-impuesto.html