Cuando eres político y vives para servir a los ciudadanos y de su dinero tienes que tener muchísimo cuidado con todo lo que haces y con lo que dices, pues es sencillo que se vuelva en tu contra si no eres escrupulosamente recto y además lo pareces. A pesar de que estos principios están francamente en crisis últimamente, especialmente en nuestro país, en EE.UU. lo siguen llevando muy a rajatabla, hasta el punto de poner en el punto de mira a la esposa del Presidente, Michelle Obama, por sus gustos televisivos.
Preguntado por su programa de televisión favorito, el Presidente se ha mostrado siempre admirador de Homeland, algo que sin duda comprendemos cualquiera de los espectadores de la serie, pese a que podría ser polémico que mostrara este favoritismo por un producto que no ayuda demasiado en las relaciones entre americanos y árabes. Sin embargo, la evidente calidad de la producción parece haber disipado cualquier duda sobre los motivos reales de esta afirmación.
Aunque a priori la elección de la Primera Dama podría parecer más políticamente correcta, la serie británica Downton Abbey, ha sido su pasión exacerbada por las historias de los Grantham la que ha levantado polvareda entre los americanos, utilizada convenientemente por la siempre avispada oposición. No es el hecho de que sea una serie británica y no una americana la que ha atrapado el corazon de la Sra.Obama, sino su impaciencia por seguirla, que la ha llevado a solicitar se le envíe la tercera temporada antes de su emisión en EE.UU., concretamente en el canal público PBS.
En la pasada campaña electoral, los republicanos apostaron por dejar de financiar parte del presupuesto del canal público, frente al apoyo claro que manifestaron desde la candidatura de Obama, incluso en palabras del propio Presidente. Así las cosas, que su mujer utilice sus contactos y poder para conseguir la temporada de una de sus series estrella antes que el resto de norteamericanos es una de esas cosas que está fea, muy fea y que ha metido a la Primera Dama en apuros por impaciente. ¡Con lo fácil que hubiera sido que se la hubiera bajado de internet como hemos hecho los demás!
Pues qué quieres que te diga…
Si por ese comentario ya se ha llevado sus buenas críticas, se le ocurre decir que ha seguido tu sugerencia y, por bocazas y pirata, es la responsable de la caída en desgracia de su marido para los restos…jejejejeje
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Bromas aparte, no entiendo que aún siga existiendo la dejadez que sufrimos con respecto a la emisión en series punteras, que a todos nos tienen enganchados y, por lo que veo, no ocurre sólo en España. La inmediatez de la red es lo que tiene, nos ha malacostumbrado y ya no tenemos paciencia. Yo la primera.
Saludos