Acostumbro a salir en defensa de la televisión muchas veces por ser un medio al que se exigen cosas que ni nos planteamos con otras formas de entretenimiento o información. Defiendo que la libertad de los canales para emitir contenidos debe ser la misma que tienen los kioskos para vender publicaciones o los videoclubs para la oferta de películas, defiendo que la calidad de los programas debería aspirar a lo máximo siempre, pero que tildar de basura cosas que vemos a diario en librerías, salas de cine y galerías de arte es injusto y así podría estar toda la mañana, poniendo ejemplos de cuestiones que me parecen francamente injustas en los juicios que a diario hacemos a la televisión y que nunca nos planteamos con contenidos similares.
Pero esta vez tengo que hacer lo contrario, toca criticar prácticas de la televisión que sí se ven en otros medios (aunque puede que no tanto como debiera) y que en la pequeña pantalla han conformado casi un género en sí mismos, alimentando horas y horas de televisión. Me refiero a las noticias no contrastadas, la fe de erratas y las rectificaciones.
Hoy es noticia el mea culpa entonado por Marca tras publicar ayer una imagen de un futbolista que podría ser el próximo gran fichaje del Real Madrid. Apoyados en una supuesta imagen del jugador paseando por las calles de Madrid, el periódico deportivo apuntaba a su contratación inminente, sin saber que la fotografía que habían recibido y posteriormente publicado a bombo y platillo no era mas que un montaje. Tras la metedura de pata inicial, una de las disculpas más grandes que se recuerdan en la prensa reciente, máxime en la deportiva, muy dada a grandes titulares que no siempre se confirman.
La noticia realmente no tiene mayor trascendencia, pero estamos tan acostumbrados a que pasen estas cosas y luego no se desmientan que se convierte en hecho noticioso la propia disculpa, la rectificación, algo que en televisión casi nunca ocurre. ¿Cuando fue la última vez que alguno de vosotros recuerda haber visto algo así? Yo desde el C.C.O.O. de Urdaci no recuerdo más y aquello fue por imperativo legal, así que me atrevo a decir que no cuenta.
Y ya no es solo que en televisión rara vez se rectifique, es que hay programas enteros dedicados a dar informaciones sin contrastar, informaciones que alimentan otras informaciones, que desatan bulos, que dan pie a entrevistas y más contenidos y que jamás son contrastadas, mucho menos rectificadas cuando se demuestran falsas.
Estoy completamente a favor de programas del corazón, el ejemplo más evidente de este tipo de prácticas; me parece inofensivo que la gente se entretenga con la última separación de la Esteban, con el presunto embarazo de la princesa Letizia o intentando adivinar la fecha de la boda de Casillas y Carbonero, entiendo que este tipo de contenidos no piden un rigor informativo como el que pueda ser exigible a la noticia de un fallecimiento, por ejemplo, y que son muchos los famosos de medio pelo que viven precisamente de alimentar estos chismes. Sin embargo, creo que se han relajado demasiado los filtros, que se ha pasado de no confirmar los rumores a crearlos en beneficio de la audiencia de los programas y que se dan silla y minutos televisivos a cualquiera con la suficiente capacidad para inventar y resultar convincente y, a veces, ni eso.
Se empieza con los programas del corazón y se continúa con los segmentos dedicados a la información ciudadana, con riñas entre vecinos, denuncias sociales, protestas contra los ayuntamientos. De ahí se pasa a hablar sin rigor de personas con delitos por juzgar y de políticos que «presuntamente» han cometido alguna tropelía (al menos en estos casos se añade el «presunto», como si de una licencia para matar se tratara) y al final los informativos se contagian y ,según cual veamos, las noticias se transforman.
La deriva hacia el entretenimiento banal está bien, pero sin perder algunos básicos. Hemos perdido la capacidad de disculparnos por dar datos erróneos y, lo que es peor, hemos convertido esta práctica en un formato, de forma innecesaria, pues la actualidad es ya suficientemente rica y entretenida. Se impone un cambio de tendencia.
Para Chicadelatele, informó «Susana McAvoy» 😉
¿McAvoy? No pillo la referencia 😛