Como ya contaba ayer, estuve viendo un episodio de Monk, otra de las series nominadas a los EMMY… y la verdad no entiendo por qué. La serie cuenta la historia de un detective privado obsesionado por el órden y la limpieza que se va topando con misteriosos asesinatos que debe resolver. Es como «Se ha escrito un crimen» pero en versión hombre, pero es que también parece del año de «Se ha escrito un crimen» ¡que imagen tan antigua! ¡que colores más lavados! Para dormir la siesta el sábado no está mal, eso fué lo que hice mientras acertaba con un dedo aun despierto a poner a grabar el vídeo pero como para estar nominada a los EMMY, no lo veo, que me disculpe su protagonista
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En realidad el modelo es «Columbo», del cual incluso llegan a calcar algún que otro argumento. La premisa del 90% de los episodios suele ser: asesinato-Monk llega y a las primeras de cambio ya sabe quien es el asesino-se lo dice a las claras al culpable pero éste se burla de él ya que tiene una coartada perfecta y Monk no puede probar su culpabilidad-Monk se pasa todo el capítulo buscando una grieta en la coartada-finalmente descubre cómo acusarlo gracias a una iluminación-genialidad repentina. Es decir, idéntico armazón al de «Columbo» (aunque con muchísima menos brillantez en la escritura, por desgracia). En medio, asistimos a ocasionales escenas cotidianas entre Monk y su ayudante; humor blandito y amable, con alguna que otra referencia al pasado traumático del protagonista.
Este es el tipo de series detectivescas que, efectivamente, igual que «Se ha escrito un crimen», cuentan con un nucleo de telespectadores estables en Estados Unidos que hace rentable su producción. Gustan mucho al público mayor y familiar gracias a su moderado ingenio, sus personajes «encantadores» y, sobre todo, a lo predecible de la fórmula. Curiosamente existe un público muy amplio que lo que quiere es ver siempre la misma historia contada de manera sólo un poquito distinta.
«Monk» es ficción televisiva rancia, sí, pero parece más mediocre de lo que es realmente. Es decir, la sosería visual es algo del todo asumido, ya que se dirige a un público que se podría decir que permanece anclado en los 70-80, de ahí que todo parezca clonado de un episodio de «Banacek» o similares. Aparte de ello, hay giros de la trama que no están mal planteados y podríamos decir que juega con las reglas detectivescas de forma honrada, sin hacer trampas en las resoluciones. Desde luego, si te pilla en cada tomándote el café después de comer y no hay nada mejor que ver… Nada de comprarse los DVDs, por supuesto.