Unos lo llaman expropiación, otros simplemente están cabreados pero no lo califican, el caso es que las cadenas de televisión privadas están horrorizadas ante el planteamiento del gobierno de eliminar alguno de los canales que tenían concedidos y no es para menos.
Cuando se concedieron las licencias de TDT, cada canal recibió cuatro frecuencias que han utilizado para distintas ofertas televisivas, algunas con mayor éxito, otras con menos, algunas con evidentes signos de no saber qué hacer con ellas e incluso quienes han optado por alquilarlas a terceros. De una forma u otra, la oferta ha crecido y, aunque no son pocos los espectadores que se quejan de un exceso de canales y una paupérrima oferta de contenidos, en mi opinión la cosa no está tan mal. Incluso aquellos que solo emiten contenidos repetidos de sus cadenas principales o de misma programación, son una opción aceptable, pues no hacen sino seguir un esquema muy habitual en la televisión de pago y que los espectadores agradecen cuando no pueden ver algunos programas en su horario habitual.¿Que podría estar mejor? Evidentemente. Pero creo que a determinadas horas, la oferta general es bastante digna.
Los criterios de «eliminación» o «expropiación» de los canales por parte del gobierno no han sido anunciados con claridad. No sabemos si se le quitaría uno de los cuatro a cada una de las empresas concesionarias o si se buscaría eliminar aquellos que no están explotados convenientemente, una opción que no debería escandalizar a nadie, toda vez que existen algunas ofertas que no aportan nada al entretenimiento (ya no digamos a la educación o la información). Obligar a prescindir de un canal a cualquier otra de las opciones que en este momento están emitiendo me parece una injerencia en los negocios de quienes han conseguido una licencia de explotación de forma absolutamente legal y que no debe permitirse. No me extraña que las cadenas se opongan frontalmente.
Acabe como acabe este asunto, mucho me temo que de lo que no nos vamos a librar es de un nuevo cambio de frecuencia de los canales que ya tenemos sintonizados, un cambio de frecuencia que se suma a todas las modificaciones, añadidos y desapariciones ya sufridas hasta el momento y que dan una idea de lo mal hecho que ha estado este proceso desde un principio. Una chapuza.
Una pregunta, ¿sabes si estos cambios serán compatibles con las teles actuales o habrá que ponerles un aparato nuevo?